(PD/Agencias).- Un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y médicos del Hospital La Fe han creado un novedoso dispositivo que sirve para diagnosticar externamente enfermedades gastrointestinales.
En concreto, se trata de un sensor que, cuando se utilice con fines clínicos, permitirá evitar numerosas endoscopias, una molesta prueba clínica a la que se someten muchos pacientes con problemas en el estómago o el intestino, entre otros.
Este sensor registra de forma no invasiva la actividad bioeléctrica del intestino en la superficie abdominal. «Permite ver en un monitor la actividad del intestino», explica el profesor Javier García Casado, director de la investigación, que compara su funcionamiento con el de un electrocardiograma.
«Mide la actividad del intestino, un órgano que tiene músculo y cuyo movimiento produce una actividad eléctrica». Cuando se pueda aplicar, el resultado que registrará el sensor será analizado por los médicos. «Será como un electro, pero en vez de realizarse en el pecho para registrar la actividad del corazón, se colocará en la zona abdominal», comenta el especialista.
Más información en menos tiempo
Los facultativos obtendrán «más información en el menor tiempo posible». Estos dos factores son determinantes para evitar los diagnósticos tardíos que pueden conducir a un agravamiento de la patología y también a tener que aumentar el tiempo de hospitalización.
El dispositivo no está acabado del todo. Sin embargo, con el prototipo diseñado, los médicos ya han podido observar que mejora «mucho la calidad de la información que se obtiene con respecto a los medios que había hasta ahora».
