Hidrocarburos alifáticos, un riesgo para el sistema nervioso

(PD/Agencias).- Los hidrocarburos alifáticos (el elemento que se ha detectado en el aceite de girasol contaminado) son una familia de compuestos que se encuentran, según el catedrático de química orgánica de la Universidad de Granada Andrés García Granados, en productos como el butano o en disolventes orgánicos como el hexano. «También los combustibles de los automóviles llevan hidrocarburos alifáticos», explicas. Se trata de unos compuestos muy solubles en líquidos como el aceite, por lo que su absorción puede ser «relativamente fácil».

«La presencia de aceites minerales en el aceite de girasol puede deberse a varias cosas, desde una pequeña contaminación por descuido -que haya sido transportado en una cisterna que previamente haya llevado combustible- hasta una adulteración, ya se han detectado casos. Todo depende de la proporción en la que estén», explica el experto.

García Granados intenta tranquilizar al consumidor explicando que hace falta una gran concentración de este compuesto en el aceite para que sea «altamente tóxico». Aunque, como asegura el ministerio la concentración sea baja, los niveles de tolerancia varían dependiendo de las personas, por ejemplo en niños o en inmunodeficientes. «No hay que olvidar que este producto no es altamente tóxico en las cantidades que presuponemos que tienen, pero no es apto para el consumo humano».

Los efectos para el organismo dependen de qué tipo de hidrocarburo alifático se trate y también de su concentración. «Es necesaria una concentración de dos centímetros cúbicos por cada litro de aceite para que se llegue a manifestar una toxicidad aguda. Cantidades menores, como las que podrían estar en el aceite suelen causar molestias gástricas, daños reversibles sobre hígado, bazo y riñón y daños en el sistema nervioso central».

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído