(PD/EFE).- Dos de cada tres niños y adolescentes con cáncer consiguen una recuperación completa de la enfermedad, aunque el 33 por ciento restante presenta durante la dolencia y después de ella secuelas físicas, psíquicas o sensoriales que precisan de rehabilitación.
Estos son algunos de los resultados del «Estudio de secuelas y situaciones de dependencia en niños y adolescentes con cáncer», el primero de estas características que se realiza en España, elaborado por la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de la Comunitat Valenciana (Aspanion) y cofinanciado por la Fundación SEUR.
Cada año se diagnostica en la Comunitat un centenar de casos de cáncer en niños de entre 0 y 14 años y la supervivencia es, en la actualidad, del 70 por ciento, según fuentes de Aspanion.
Cuando un niño enferma de cáncer, él y su familia deben hacer frente a una grave dolencia pero también a una serie de repercusiones sociales, por lo que es necesaria una atención integral que recoja atención médica, psicológica, educativa y de apoyo socioeconómico.
El estudio, presentado hoy en rueda de prensa, se llevó a cabo entre marzo de 2007 y febrero de 2008 con entrevistas a 843 familias residentes en la Comunitat y con niños afectados con cáncer, la mayoría leucemia, linfomas o tumores del sistema nervioso central, o que ya se habían recuperado de la enfermedad.
El presidente de Aspanion, Jesús María González, ha explicado que las secuelas pueden ser físicas (atrofias musculares, maxilofaciales o dentales, problemas dermatológicos por cicatrices o fibrosidades, o infertilidad); psíquicas (en el sistema neuroconductor) y sensoriales (sordera y ceguera total o parcial).
La mitad de los afectados con secuelas presenta solo una de ellas, el veintitrés por ciento tiene dos, el diez por ciento está afectado por tres y el diecisiete por ciento restante manifiesta más de tres secuelas.
Por edades, se constata una «ligera mayor incidencia» de estas enfermedades en niños que en niñas, exceptuando en la horquilla de 0 a 4 años, según el estudio, que señala que en la actualidad las franjas de edad de 10 a 14 y de 15 a 19 años son las más numerosas en el colectivo estudiado.
La aparición del cáncer en la vida del niño, según González, hace que éste «se vuelva más dependiente y necesite ayuda para desarrollar su vida diaria», pero actualmente las rehabilitaciones en la Comunitat Valenciana «son insuficientes» y los padres «evidencian falta de información y dificultades de acceso a las recursos».
«Es necesario ampliar las medidas de rehabilitación», ha asegurado González, quien ha destacado la necesidad de «acercar los tratamientos a los niños lo más cerca posible de sus casas», ya que muchos de ellos deben desplazarse a las unidades de referencia de Valencia o Alicante para recibirlo.