Las mujeres europeas ganan menos cuanto más pesan

(PD).- Un nuevo estudio económico sobre los efectos de la epidemia de obesidad en Europa demuestra que, en el caso de las mujeres, el exceso de peso y sus consecuencias influyen de forma negativa en los ingresos.

La investigación ha sido publicada por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y continúa la exploración de este problema desde un punto de vista más amplio que el sanitario, iniciada con el pionero análisis de los costes de la obesidad en Europa de Anna Sanz de Galdeano.

En esta ocasión, el análisis se titula Income and Body Mass Index in Europe (Rentas e Índice de Masa Corporal). En él, los economistas Jaume García y Climent Quintana-Domeque exploran “la relación empírica entre los ingresos familiares y el índice de masa corporal (IMC) en nueve países de la Unión Europea”.

Los resultados obtenidos sugieren que existe una asociación negativa con respecto a las mujeres, pero no se ha encontrado una relación estadísticamente significativa en el caso de los hombres. “Esto nos hace concluir que la relación inversa entre ingresos familiares y el índice de masa corporal de las féminas entra dentro de la penalización que sufren las rentas individuales en el caso de las mujeres obesas en el mercado laboral”.

De acuerdo con datos presentados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2003, la epidemia de obesidad se ha incrementado entre un 10 y un 40% en la mayoría de los países europeos desde 1993. En el caso de los niños, la situación es mucho más grave, especialmente en los países del sur de la UE, con ratios de entre el 20 y 30%.

Tal y como se mencionaba ya el estudio de Sanz de Galdeano la obesidad no es sólo un problema de salud, sino también económico y afecta a las arcas públicas. En el caso de Francia y Portugal, los costes de la obesidad constituyen entre el 2% y el 3,5% de sus presupuestos, respectivamente. En el caso de España, la OMS elevaba ese porcentaje al 7% con respecto al año 2005.

La relación negativa entre ingresos familiares e índice de masa corporal se entiende a priori en ambos sexos porque a menor renta, la alimentación se basa en productos con mayor carga calórica a la par que baratos. Sin embargo, el estudio ha demostrado que esta premisa no se cumple en el caso de las mujeres. Los investigadores demuestran, además, que la correlación negativa se debe concretamente a los sueldos de las féminas, dentro del grueso de los ingresos familiares.

Más obesos en Finlandia y España

Para el estudio se han utilizado datos del Eurostat entre 1994 y 2001 correspondientes a nueve países de la Unión Europea: Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España. El índice de masa corporal se calcula dividiendo la altura en centímetros entre los kilos de peso. Si la cifra obtenida es menor que 25, el individuo tiene poco peso, entre 25 y 30, se habla de sobrepeso y con un valor mayor que 30 ya es obesidad (leve hasta 35, moderada hasta 40, mórbida a partir de 40).

Según datos de la población europea estudiada, entre 15 y 75 años, los valores medios en los países del Sur europeo (España, Grecia, Italia y Portugal) presentaban índices entre 24,82 y 25,82 en el caso de los hombres, y de 23,06 y 24,22 en el caso de las mujeres. Es decir, en ambos casos se corresponde con el peso ideal. Pero si se aíslan los casos de obesidad, Italia e Irlanda presentan entre un 8 y 9% de la población (hombres y mujeres) y Finlandia y España entre el 13 y el 14%.

En este plano de situación, se ha relacionado el índice de masa corporal con los ingresos familiares y se ha observado una significativa relación negativa en el caso de las mujeres. Es decir, a mayor masa corporal, menores ingresos familiares. Esta conclusión se reafirma si se estudian otras co variables: el nivel de educación, el estado civil, hábito del tabaco y número de hijos.

Irlandeses y españoles, la excepción

Como venimos diciendo, en el caso de los hombres no existe dicha relación. Sin embargo, en dos casos aislados, Irlanda y España no sólo es que no se perciba una relación negativa, sino que se demuestra la contraria. Es decir, la población masculina irlandesa y española tiene mayor índice de masa corporal cuanto mayores son los ingresos familiares.

Para concretar si la relación inversa entre ingresos familiares y masa corporal de las mujeres se debe a los sueldos de las féminas, los investigadores descompusieron el estudio en dos variables, por un lado la relación entre IMC e ingresos familiares menos ingresos personales y, por otro, el IMC e ingresos personales. Es decir, se intentaba comprobar cómo se relaciona el índice de masa corporal con los ingresos de la pareja y con los ingresos propios.

El resultado en el caso de los hombres, de nuevo, no fue estadísticamente significativo. Sin embargo, los datos obtenidos para las mujeres fueron muy diferentes. La relación negativa se acentuaba en el caso de la comparación entre IMC y los ingresos individuales de la mujer, principalmente en Austria, Bélgica, Finlandia, Italia y España. Así las cosas, se pudo comprobar que los ingresos del hombre no se podían relacionar con la obesidad.

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