(PD).- CCOO aseguró que la dirección de la Clínica San Rafael de Cádiz ha vuelto a sancionar a tres auxiliares del centro con la apertura de nuevos expedientes por la utilización del pijama sanitario en vez del uniforme con falda, por lo que anunció que denunciará este «nuevo caso de discriminación» ante la Administración pública. Ya en marzo pasado ocurrió lo mismo.
elmundo.es ha intentado contactar a través del teléfono con la dirección de la clínica para confirmar estas sanciones y conocer la versión de la empresa. Alrededor de las 18.00 horas, desde la clínica han dicho que es imposible hablar con nadie y remiten a este periódico hasta después del fin de semana.
Según el sindicato, estas tres auxiliares recibieron sendas cartas en las que se les comunicaba la aplicación de una serie de sanciones, tanto por no llevar el uniforme con falda como por apoyar públicamente a las compañeras anteriormente sancionadas por la dirección.
Dos de estas trabajadoras, que se manifestaron a las puertas de la clínica en la concentración convocada por el comité de empresa de San Rafael, han recibido la comunicación de la apertura de un expediente disciplinario por usar el pijama sanitario y no el «famoso» uniforme de falda, delantal y cofia, ha precisado CCOO.
El caso «más grave» es para otra compañera a la que se le ha comunicado un traslado forzoso al hospital que la empresa Pascual tiene en Málaga, ha indicado el sindicato.
En las tres cartas la dirección de la empresa establece «claramente su conocimiento de que estas tres trabajadoras son afiliadas a Comisiones Obreras». Tras la condena de la actuación del empresario y la desaprobación de un uniforme, «calificado de sexista por todas las administraciones, partidos políticos, sindicatos, asociaciones de mujeres y medios de comunicación», las trabajadoras de la Clínica San Rafael de Cádiz «vuelven a ser víctimas de conductas discriminatorias», ha denunciado el sindicato.
El pasado marzo, varias trabajadoras del centro, entre ellas la presidenta del comité, Adela Sastre (CCOO), fueron sancionadas por la empresa con no recibir un complemento de 30 euros por incumplir la normativa de vestuario, que obliga al personal de enfermería a usar falda y cofia.
Después de la polémica, Trabajo propuso a la Consejería andaluza de Empleo sancionar a la empresa Pascual con 6.251 euros al entender que ha incurrido en una infracción muy grave al obligar a sus empleadas a desempeñar su trabajo con uniforme de falda.
