La patronal farmacéutica intenta camelar al ministro socialista

(PD).- Hace ya muchas décadas que alguien acuñó eso de que «en los grandes negocios no hay misterio, porque siempre se hacen a la sombra del ministerio«. El descarnado aforismo es especialmente ajustado en sectores como el farmacéutico, donde los precios del medicamento y los márgenes de beneficios vienen determinados en buena medida por la Administración.

Eso explica el circense giro político y mediático que ha dado Farmaindustria, la tentacular, poderosa y millonaria patronal de los laboratorios.

Tras una legislatura de tensión con el Ministerio de Sanidad, la industria farmacéutica ha tendido puentes hacia el PSOE y comienza a tratar casi con dulzura todo lo que emerge del Gobierno ZP.

Las relaciones entre la patronal y el Ministerio de Sanidad durante los más de tres años que estuvo Elena Salgado al frente del departamento fueron muy malas.

Salgado, actual titular de Administraciones Públicas, llegó a Sanidad suspendiendo el sistema de precios de referencia que había puesto en marcha el PP, y, para frenar una factura de medicamentos que estaba creciendo por encima del 10%, decretó dos rebajas lineales sucesivas: una del 4,2% de todos los fármacos en 2005 (a la que se añadió una reducción del margen del sector distribuidor), a la que siguió otra del 2% (con otro punto en la distribución) en 2006.

El cambio de titular del departamento alteró la tendencia, que empezó a percibirse ya a mediados de 2007.

Justo antes de las elecciones del 11-M, durante un desayuno organizado por Europa Press en el que la estrella invitada era Bernat Soria, representantes de los laboratorios manifestaron su convencimiento de que las cosas les iban a ir mejor.

Y la semana pasada, como una prueba de lo que Farmaindustria intenta presentar como su «buena voluntad«, anunciaron en rueda de prensa el fin del recorte en las inversiones de I+D, que los mayores laboratorios habían impuesto ante lo que consideraban una política lesiva para sus intereses.

Antoni Esteve y Humberto Arnés, presidente y el director general de la organización que agrupa a la mayoría de los grandes fabricantes, aseguraron que la inversión en I+D aumentó un 15,1% en 2007, hasta los 922 millones de euros, frente a subidas del 7,5% de 2005 y del 4,7% de 2006.

Los datos son esperanzadores, pero no deja de ser significativo que mientras en países más avanzados de la Unión Europea, los laboratorios dedican más del 14% de su facturación a investigar, en España, los laboratorios agrupados en Farmaindustria apenas destinan un 6%.

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