Un año de vida humana vale 129.000 dólares

(PD).- En teoría, un año de vida humana no tiene precio, pero en realidad vale unos 50.000 dólares. Esta es la medida internacional que usan la mayoría de los planes de seguros sanitarios públicos y privados de los países desarrollados para determinar cuándo cubrir un nuevo procedimiento médico.

Más simplemente, las compañías de seguros, cuando calculan el coste de un tratamiento, deben garantizar un año de vida de calidad por 50.000 dólares o menos.

Escribe Kathleen Kingsbury en la revista Time que esta cifra es demasiado baja.

Economistas de Stanford han demostrado que el valor medio de un año de vida humana con calidad está en realidad más cerca de los 129.000 dólares.

Para llegar a esta cantidad, Stefanos Zenios y su equipo de la Escuela de Negocios de la Universidad de Stanford usaron la diálisis renal como punto de referencia. Cada año la diálisis salva las vidas de miles de personas que sin ella morirían de fallo renal si no se les trasplanta.

Es también una prestación que Medicare, el plan de salud del Gobierno de Estados Unidos para los pensionistas, cubre de modo incondicional desde 1972, a pesar de las costosas innovaciones en su administración.

Para calcular la coste-efectividad de estas innovaciones, Zenios y su equipo analizaron los datos de medio millón de pacientes sometidos a diálisis, sumando los costes y comparándolos con los resultados del tratamiento.

Considerando tanto la inflación como las nuevas tecnologías en la diálisis, llegaron a 129.000 dólares como el umbral más apropiado para decidir la cobertura aseguradora de cualquier paciente. «Esto significa que si Medicare pagara esos 129.000 dólares para tratar a sus pacientes, tendrían una calidad de vida al año más ajustada», explica Zenios.

Estas conclusiones llegan en medio de un acalorado debate sobre si Medicare debe usar los análisis de coste-efectividad para determinar la cobertura de los procesos médicos. Casi todos los países industrializados calculan los cuidados sanitarios sobre la coste-efectividad y ese umbral de los 50.000 dólares. Medicare, por otro lado, decide cuándo pagar por una nueva tecnología basandose en si el tratamiento es «médicamente necesario y apropiado».

Pero como los gastos sanitarios y los programas a los que «se tiene derecho» crecen de forma progresiva -al menos una parte de Medicare podría quebrar hacia 2019-, cada vez más expertos piden reconsiderar esta estrategia.

Ante esta perspectiva, «si el coste de una nueva tecnología superara ese umbral, entonces la recomendación sería que Medicare no la cubriera», argumenta Zenios.

Asignar una cantidad de dinero a las vidas de los pacientes de Medicare puede parecer insensible, pero estas valoraciones son rutinarias en la vida diaria de los estadounidenses.

Ahí están por ejemplo los 500.000 dólares que el Gobierno paga a las familias de los soldados muertos en Iraq y Afganistán. De hecho, al menos algunos americanos están a gusto con dejar que el dinero juegue un papel prominente en las decisiones de gasto sanitario.

En un análisis de 2007 sobre un grupo de neoyorquinos, el 75 por ciento manifestó sentirse cómodo con permitir que el coste informe las decisiones de tratamiento de Medicare, una vez que se les explica cómo funciona el sistema.

«Los americanos están preparados para discutir los temas que se plantean cuando se analizan las prioridades y límites de los programas públicos», dice Marthe Gold, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, que dirigió el análisis, publicado en la revista Health Affairs.

Los investigadores de Stanford alertan de que si Medicare adoptara plenamente un modelo de análisis de coste-beneficio a muchos pacientes se les podrían denegar tratamientos salvadores. Su estudio sobre los pacientes en diálisis muestra que el coste medio de un año de calidad de vida adicional era mucho más alto: 488.000 dólares.

«Es difícil justificar el límite y los gastos de la diálisis cuando las personas tienen otras enfermedades serias como cáncer o demencia avanzada», dice Glenn Chertow, profesor de Nefrología de Stanford y también autor del estudio.

«En estos escenarios, la diálisis es poco probable que proporcione algún beneficio significativo. Pero con tan pocos órganos para trasplante, ¿es justificable denegar a estos pacientes una posibilidad para vivir con diálisis? ¿Cuál es, por tanto, el verdadero valor de una vida humana? Es lo que estamos preguntando a la gente. Yo no pretendía saberlo», concluye Zenios.

La selección de las mejores marcas de termómetros

TERMÓMETROS CLÍNICOS

Aquí encontrarás la oferta actualizada de estos dispositivos de salud

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído