(PD).- Andrew Witty ha asumido las riendas de GlaxoSmithKline PLC en un momento difícil para la segunda farmacéutica del mundo por ventas.
Witty, que el 22 de mayo reemplazó a Jean-Pierre Garnier en la presidencia ejecutiva, está delineando una estrategia para compensar los problemas en el mercado de medicamentos por receta en Estados Unidos. Su apuesta consiste en voltear la mirada a los mercados emergentes y otras áreas del sector de salud como las vacunas y los medicamentos que no requieren receta.
Algunas de las medicinas más importantes de Glaxo comenzarán este año a enfrentar en EE.UU. la competencia de los genéricos y las ventas de la droga contra la diabetes Avandia continúan siendo débiles debido a las inquietudes sobre su seguridad, por parte de médicos y pacientes. El producto nuevo más importante de Glaxo, la vacuna contra el cáncer cervical Cervarix, enfrenta demoras potencialmente largas para obtener la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA) (Ya ha sido aprobada en Europa). Glaxo, sólo superada en ventas por Pfizer Inc., cree que estos factores podrían contribuir a una caída en las ganancias de 2008.
Para fortalecer la presencia de Glaxo en los mercados emergentes, Witty, un británico de 43 años que previamente dirigió el negocio europeo de la compañía, se ha movido rápidamente. Poco después de asumir el mando, reorganizó la cúpula ejecutiva para poner más énfasis en países como India, China y Rusia, en donde, según él, Glaxo podría aprovechar el sólido crecimiento económico.
También se ha comprometido a incrementar las ventas de vacunas y productos de cuidado de la salud, incluyendo medicamentos que no requieren prescripción médica, crema dental y bebidas de fruta. En la reunión anual de la compañía, celebrada el 21 de mayo en Londres, dijo que ve la oportunidad de vender más productos de cuidado de la salud en mercados emergentes como India, en donde la mayoría de gente compra la mayoría de sus medicinas sin receta.
Witty ha viajado por todo el mundo en los últimos meses para reunirse con los principales accionistas de Glaxo. La empresa tiene una de las cadenas de producción con más productos en desarrollo de la industria, pero muchos accionistas aún no están convencidos de que logre producir medicamentos que se vendan bien. La acción de Glaxo ha caído 17% frente al nivel de hace un año, en comparación a una caída de 11,6% en el índice farmacéutico Dow Jones Wilshire Global Pharmaceuticals
Unas pocas semanas antes de tomar el timón de la empresa, Witty viajó a Edimburgo para reunirse con funcionarios de Standard Life Investments, que posee poco menos del 2% de acciones de la compañía. John Wilson, un gestor de fondos que asistió a la reunión, dice que Witty les dijo a los asistentes que Glaxo ha hecho demasiadas promesas específicas en el pasado sobre cuándo planeaba mover sus medicamentos a través de la cadena y llevarlos al mercado, lo cual terminaba en desilusiones para los inversionistas si no lograba cumplir los plazos. Witty dice que planea dejar de hacer tantas promesas «debido a que te deja expuesto a desilusiones», según Wilson. A través de un portavoz, Witty prefirió no hacer comentarios para este artículo.
Los inversionistas están esperando a ver si Witty puede mejorar las relaciones de Glaxo con la FDA, la cual se ha demorado en aprobar varios medicamentos de Glaxo en el último año. La FDA ha pospuesto su decisión sobre Cervarix varias veces, lo cual ha causado que Glaxo pierda terreno frente a Merck & Co., la farmacéutica estadounidense conocida internacionalmente como Merck Sharp and Dohme (MSD), que ha estado vendiendo su producto rival Gardasil por más de un año.
Los analistas creen que Witty tratará de firmar nuevos acuerdos de precios con las aseguradoras y los gobiernos para tratar de combatir su creciente renuencia a pagar por nuevos medicamentos. Ya ha adoptado una estrategia similar en Europa, al persuadir a dos gobiernos a que liguen el precio de los medicamentos de Glaxo a lo efectivos que sean a la hora de tratar a los pacientes, según un portavoz de Glaxo que no reveló qué países firmaron el pacto.
