McDonald’s retira el tomate natural de sus hamburguesas en EEUU

McDonald's retira el tomate natural de sus hamburguesas en EEUU

(PD).- McDonald’s Corp va a dejar de poner tomate en rodajas en sus hamburguesas. La medida afecta a todos los establecimientos de EEUU y se ha tomado de forma temporal, hasta que se conozca el foco de la epidemia de salmonela en el país. A la estela de la mayor compañía de restaurantes del mundo, otras empresas de restauración y de supermercados han adoptados medidas similares.

El pasado sábado, la FDA (agencia estadounidense del medicamento) alertó a los consumidores de EEUU de que el brote de salmonela se relacionaba con el consumo de algunos tipos de tomates, como el rojo, el italiano o el de la variedad Roma, y también de una serie de productos derivados.

«Sólo es una medida de precaución. McDonalds no ha experimentado ningún caso relacionado hasta el momento», ha declarado la compañía.

No son los únicos. Otros restaurantes y cadenas de alimentación, entre ellas Wal-Mart, la mayor del país, han decidido también retirar estos tipos de tomate. La agencia estatal todavía no ha determinado la fuente de los tomates contaminados que se han traducido, desde mediados de abril y hasta el pasado sábado, en 145 casos entre los que se cuentan al menos 23 personas hospitalizadas.

Los tomates cherry, en forma de uva, en rama o cultivados en casa quedan libres de sospecha, según la citada agencia. Por eso, McDonald’s ha decidido que seguirá sirviendo sus ensaladas con tomates en forma de uva.

Síntomas de salmonelosis

La bacteria presenta dos variantes principales: Salmonella enteritidis y Salmonella tyohimurium. Ambas pueden causar lo que se conoce como salmonelosis, que es uno de los tipos más frecuentes de intoxicación alimentaria.

Los que la padecen suelen presentar diarrea, fiebre y dolores abdominales. La carne de pollo, el pescado, los huevos crudos o poco cocinados y la leche son los productos de mayor riesgo. Los más propensos a contraer esta enfermedad son los recién nacidos y los niños.

Aunque suele curarse en una semana, aproximdamente, si no se trata, esta patología puede complicarse e incluso causar la muerte del que la padece.

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