Cómo quemar grasas y no morir en el intento

(PD).- La quema de grasas tiene sus pequeños secretos. Si usted es mujer y se compara con un hombre haciendo ejercicio, a los tres meses él habrá perdido cinco kilos y usted sólo tres.

Los hombres tienen una mayor masa muscular que las mujeres y como el número de calorías que una persona quema es proporcional a la musculatura que tiene, ellos tienden a quemar más calorías que ellas, incluso haciendo la misma cantidad y tipo de ejercicio.

Por otra parte, los músculos pesan más que la grasa, lo cual podría contribuir a que se aumente de peso a causa del desarrollo de los mismos. Sin embargo, si lo que se intenta es únicamente quemar la grasa, se debe efectuar un plan más específico que contemple una nueva dieta y el tipo de ejercicio que se hace.

En efecto, se necesita seguir un programa bien equilibrado de ejercicios, que combine en un principio rutinas de trabajo atlético y cardiovascular, para luego efectuar un entrenamiento de resistencia muscular, todo esto cinco veces a la semana.

Mucha gente que se hace devota de un entrenamiento cardiovascular, encuentra que comienzan perdiendo peso, y luego se tonifican cuando comienza el entrenamiento de resistencia muscular. También se necesita seguir algún plan nutritivo que equilibre los carbohidratos, las proteínas y las grasas, para asegurarse de mantener un buen resto físico.

Recuerde que si se está haciendo deporte regularmente, aumentará su masa muscular y, como resultado, continuará quemando calorías, incluso cuando no esté específicamente ejercitando, por lo que verá resultados muy sorprendentes, en pocos meses o incluso semanas.

Hay que entrenar el corazón

Los entrenamientos cardiovasculares son indispensables para un programa de entrenamiento efectivo, no sólo para quemar grasa, sino también para obtener un buen estado de salud. Por definición, los entrenamientos cardiovasculares pueden ser cualquier ejercicio (correr, bicicleta, nadar, saltar a la comba) que eleve y mantenga el ritmo cardiaco por un tiempo predeterminado.

Al realizar ejercicio cardiovascular, se fortalece el corazón , los pulmones y se disminuye el ritmo cardiaco en estado de reposo, lo cual significa que con el tiempo, el mismo esfuerzo que permitía recorrer la misma longitud en menos tiempo.

Los ejercicios cardiovasculares queman grasa. Un buen estado de salud cardiovascular nos proporciona resistencia y la habilidad para persistir en los deportes y en la vida.

Tenga en cuenta que para eliminar el exceso de masa grasa, los ejercicios intensos no son una buena solución. Al contrario, en numerosos experimentos se ha demostrado que se obtienen resultados mucho mejores con los ejercicios de resistencia, es decir, con un esfuerzo moderado pero mantenido.

¿Por qué el organismo utiliza primero los glúcidos?

Sólo después de un cierto tiempo comienza a quemar los ácidos grasos y continúa aún después de interrumpir el ejercicio. El ejercicio que mejor quema las grasas es el inferior al 50% de nuestra capacidad y debe mantenerse durante bastante tiempo ( al menos 30 minutos).

Cuando hacemos un ejercicio intenso, el aeróbico por ejemplo, se devoran rápidamente todas las reservas de glúcidos, con lo que nos agotamos rápidamente y nos vemos obligados a detenernos.

Y acumulamos los errores: no sólo no hemos quemado muchas grasas, sino que nos arriesgamos a un desfallecimiento, nos deshidratamos y nos quedamos hambrientos. Esta sensación de estar muerto de hambre nos empuja a comer (¡mal en general!) y nos devuelve al ciclo de insulina-almacenamiento. ¡Nos hemos equivocado por completo!

Si se hace un esfuerzo moderado (una marcha rápida, bicicleta fija), no se siente fatiga ni desfallecimiento y se puede esperar tranquilamente un poco y dejar que los mecanismos de “desalmacenamiento” prosigan su acción antes de la comida que desencadenará el pico de insulina y un nuevo ciclo de almacenamiento.

Lo más importante, en materia de ejercicio, es el mantenimiento de una duración mínima de 30 a 45 minutos y la regularidad. Por eso se recomienda hacer elecciones razonables: la marcha rápida, un excelente ejercicio que moviliza todo el cuerpo, está al alcance de todo el mundo y no exige un condición particular.

Si se anda una hora al día, se queman 300 calorías diarias y esto puede bastar para restablecer el equilibrio entre almacenamiento y gasto. No hay que olvidar tampoco que son los músculos los que utilizan las grasas. Cuanto más activos estén los músculos, más se aumentará la masa muscular y ¡más ácidos grasos se podrán quemar! Todas las ocasiones para quemar son buenas: subir las escaleras es una muy buena…

¿Los masajes nos hacen adelgazar?

Ya lo hemos visto: ninguna manipulación puede “hacer salir la grasa” de la célula. Por el contrario, el masaje tiene una acción beneficiosa sobre el drenaje del tejido, sobre todo si se hace en una fase dinámica, como acompañamiento de la actividad física. Acentúa la puesta en circulación de los ácidos grasos liberados y, por tanto, practicado antes o después del ejercicio, mejora la combustión.

Un ligero masaje es excelente también por las noches antes de acostarse, pues acompaña un biorritmo natural que aumenta considerablemente (¡hasta el 200%!) la circulación sanguínea en el tejido adiposo, en particular, en los miembros inferiores. Este aumento de la circulación provoca una aceleración del drenaje durante la noche. Si se tiene celulitis, se obtendrá el máximo beneficio de este biorritmo, favoreciendo el masaje de los muslos y las piernas antes de acostarse.

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