Una nueva técnica evitaría el rechazo en trasplantes de tejidos de animales

(PD/BBC Mundo).- Un grupo de científicos británicos ha desarrollado una técnica para superar el más grave de los problemas que plantean al cuerpo humano los trasplantes de órganos o tejidos procedentes de animales, el rechazo del sistema inmune.

La técnica será ensayada el próximo año en seres humanos y abre esperanzas sobre la posibilidad de disponer de abundancia de tejidos necesarios en trasplantes de órganos, tales como vasos sanguíneos, tendones, válvulas cardiacas e incluso partes de órganos como el páncreas o el hígado, que procederían de animales frente a la escasez de las donaciones de tejidos humanos.

Esa escasez ha convertido en apremiante el uso de «material» procedente de animales, aunque el grave peligro de rechazo ha restringido mucho hasta ahora su práctica a ciertos casos y situaciones, y aun así se hacía necesario mantener medicación inmunosupresora durante todo el tiempo que permanezca en el organismo humano el tejido animal trasplantado.

Por ejemplo, en los últimos diez años se han trasplantado a pacientes válvulas de corazón de cerdo tratadas químicamente, pero la vida de esos tejidos es limitada porque se trata de material inerte que no puede ser revitalizado por las células de la persona que es sometida al trasplante, ni consigue crecer con el paciente en el caso de ser trasplantadas a niños -por ello deben ser reemplazadas con relativa frecuencia-, ni pueden ser reparado en caso de deterioro.

Un avance -a priori, considerable- en la solución a este problema es el aportado por un equipo de investigadores de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, según informó ayer la BBC.

La técnica desarrollada por estos científicos utiliza una combinación de procesos sucesivos de congelación de los tejidos, baños químicos y emisiones de ultrasonido para «desnudar» el tejido animal de aquellas células, proteínas y otras moléculas biológicas que desencadenan una respuesta de rechazo por parte del sistema inmune del trasplantado.

Lo que queda del tejido original tras ser sometido a este tratamiento de limpieza es el esqueleto intracelular, el andamiaje externo a las células, que puede entonces ser colonizado con células procedentes del cuerpo del propio paciente, originando un tejido que no supone riesgo de rechazo, ya que el cuerpo lo asume como propio, que además puede ser reparado y que crece junto con el resto del organismo.

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