Alemania afloja la presión contra los fumadores

(PD).- Primero fue en todos los recintos de carácter público, luego llegó a los transportes y vías de comunicación, pero ha sido al entrar en vigor en los locales de hostelería donde la ley antihumo ha recibido un puntapié.

El Tribunal Constitucional alemán ha retrocedido en la lucha contra el tabaco al establecer como ilegal el reglamento que prohíbe fumar en los espacios más reducidos.

El alto tribunal germano ha dictado sentencia a favor de dos hosteleros que habían interpuesto una demanda contra las medidas restrictivas que entraron en vigor de forma parcial a comienzos del pasado año.

Ambos, propietarios de pequeños bares en las regiones de Berlín y Baden-Wuerttemberg, alegaban que las actuales políticas que tratan de fomentar espacios libres de humo discriminan a los locales más pequeños, ya que los que superan los 75 metros cuadrados pueden dividirse en zonas de fumadores y no fumadores.

Los magistrados le han dado la razón a los demandantes y subrayaron que la diferenciación existente no es constitucional, aunque una prohibición en todos los negocios de hostelería, independientemente de sus dimensiones u otras características, sí tendría validez.

No obstante, mientras la ley antitabaco no vuelva a ser replanteada, en los estados federados de Berlín y Baden-Wuerttemberg los bares más pequeños podrán abrir las puertas a los fumadores con la única obligación de señalar con un cártel si se admite fumar o no en el local.

Hans-Juergen Papier, el presidente de la corte, ha expresado que la «la ley tendrá que ser replanteada» y añadió que hasta que ese entonces, «fumar estará permitido en bares y restaurantes de menos de 75 metros cuadrados». Los estados afectados por la sentencia que anula esta «distinción» tendrán que presentar antes de finales de 2009 una enmienda legal que modifique su situación.

Los demás ‘länder’, o estados federados alemanes, no disponen de esta contemplación, aunque es probable que en los próximos meses reclamen esta posibilidad imitando el procedimiento a seguir por los anteriores.

Según los datos oficiales, casi un tercio de la población alemana fuma y este hábito se ha convertido en más que un vicio en algunas generaciones, ya que muchos ciudadanos todavía lo consideran como una contradicción a las leyes hitlerianas, que el 1930 emprendieron una restricción al tabaco.

El vaivén de la ley antihumo

Desde que entrasen en vigor las medidas antihumo, la sociedad alemana ha puesto el grito en el cielo en más de una ocasión. Por ese entonces. Hace unos meses, la ministra de Protección del Consumidor y Agricultura, pidió a los países de la UE que se sumasen a su iniciativa de prohibir los aditivos potencialmente cancerígenos.

Alemania se proponía dejar de ser uno de los países más permisivos para convertirse en uno de los más severos de la Unión Europea en lo que concierne a la lucha contra el tabaquismo, pero sólo 8 de los 16 ‘länder’ se subían completamente al carro antihumo el pasado septiembre.

Pese a que los alemanes ya no podían fumar en lugares de trabajo, estaciones de tren y demás recintos públicos, la mitad del país seguía sin censurar el humo ambiental de los cigarrillos en bares, discotecas y restaurantes, alegando que la restricción reportaba importantes pérdidas económicas en estos negocios.

Además, se elevaba la edad mínima en que los jóvenes están autorizados a comprar tabaco, de 16 a 18 años. Desde principios de mes, la restricción afecta también a los establecimientos hosteleros de todo el país.

Uno de los episodios más llamativos de resistencia a la política antitabaco, fue el procedimiento judicial que procesaba al ex canciller Helmut Schmidt por fumar en público en un teatro de Hamburgo el mismo día en que entraba en vigor la ley.

El político y su mujer fueron acusados de «daños y lesiones a los demás ocupantes de las localidades», según expresó en su momento el fiscal de Hamburgo Rüdiger Bagger.

Además, también fueron objeto de comentarios diversos los distintos malabares que los establecimientos germanos efectuaron durante los primeros meses, para no desplazar a sus clientes fumadores.

Restaurantes sobre ruedas aptos para fumadores o puertas acolchadas con huecos para sacar la mano que sostiene el cigarrillo y expirar el humo el exterior son algunas de las ocurrencias que durante meses han estado desarrollando los locales de las regiones incluidas en las restricciones a la restauración. Todo dependerá de que la ‘anulación’ de la ley antitabaco de las regiones de Berlín y Baden-Wuerttemberg se extienda o no a sus vecinos.

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