(PD).- Una empresa de biotecnología y biomedicina alavesa, ‘BTI Biotechnology Institute’, ha conseguido desarrollar un método que, creado íntegramente a partir del plasma del propio paciente por primera vez, mitiga la aparición de las arrugas y rejuvenece la piel.
Así lo ha anunciado hoy el director científico de la empresa, Eduardo Anitua, durante la presentación del VII Simposio Internacional de Implantología Oral, organizado por esta firma y que se celebrará mañana y el sábado en el Palacio Euskalduna de Bilbao.
Anitua ha afirmado que en esta cita, que reunirá a más de 1.800 expertos procedentes de unos 20 países, se presentarán algunas de las 25 patentes internacionales que ha ideado este laboratorio, como, por ejemplo, un bisturí electrónico que, según ha precisado, «corta el hueso como si fuese mantequilla».
No obstante, el logro que más expectativa social despierta es la nueva técnica desarrollada por BTI, denominada ‘tecnología PRGF’, que consigue aliviar las arrugas y rejuvenecer la piel del rostro en tres sesiones, mediante la aplicación de microinyecciones cada dos semanas, junto con una dosis de recuerdo una vez al año.
Se trata de un sistema que por primera vez utiliza un material autólogo -creado a partir del plasma enriquecido del paciente-, y que «no puede tener ningún efecto negativo porque, al estar hecho a base de proteínas del propio paciente, en ningún caso puede provocar reacciones adversas», ha señalado Anitua.
El director científico ha recalcado que, al tratarse de un estímulo biológico y no de un relleno, esta fórmula no provoca «caras deformadas ni grotescas como otras técnicas», ya que la expresión del rostro y el óvalo de la cara del paciente se mantienen.
Además de esta tecnología, que según Anitua ya ha sido avalada por las autoridades sanitarias europeas e internacionales, también se dará a conocer un nuevo procedimiento que, en el caso de pacientes desdentados, además de implantar las piezas dentales, reconstruye todo el hueso que rodea la mandíbula.
«Al caerse los dientes, el hueso que sustenta la dentadura se reabsorbe y provoca que personas de 50 años tengan el mismo perfil de la cara que uno de 80. Gracias a este método, a los pacientes prácticamente les cambia la vida y, además, recuperan la seguridad en sí mismos», ha subrayado Anitua.
Agencia EFE
