Gripe: Los antibióticos no curan

(PD).- Precisamente porque la gripe es una enfermedad vírica, no tiene ningún sentido la insistencia de muchos pacientes en recibir antibióticos: los antibióticos no matan los virus, sino que, como la propia etimología de la palabra indica, ‘matan’ bacterias’.

Sin embargo, y a pesar de que éste es un hecho científicamente demostrado, muchas personas insisten en que ya se curaron el año pasado con antibióticos y le piden a su médico que se los recete, o, lo que es peor, se automedican. Algún médico de familia relata incluso la incredulidad de los pacientes ante una receta sin antibióticos.

Éste es un error muy generalizado (que tire la primera piedra quien nunca se haya tomado un clamoxyl o alguna pastillita de las que llenan las baldas de nuestros botiquines caseros…), y muchas personas recurren a medicamentos ‘sobrantes’ de procesos anteriores.

Algunas de las infecciones respiratorias más comunes sí tienen origen bacteriano, pero incluso en estos casos hay estudios que dudan que estos medicamentos puedan aliviar los síntomas o acelerar el proceso de recuperación. El doctor Besser, de la ‘American Academy of Pediatrics’, señala incluso que el 80 % de los niños con infección de oído, tanto de tipo viral como bacteriano, se recuperan al cabo de pocos días, «independientemente de que haya tomado antibióticos o no».

EL RIESGO DE AUTOMEDICARSE
La automedicación es un problema grave en España; una encuesta de Sigma Dos para Clau Consultores en el año 2000, señalaba que al menos cuatro de cada 11 adultos reconocía haber adquirido algún medicamento sin receta en los últimos meses. Esta práctica era especialmente habitual entre las mujeres y las personas de entre 45 y 59 años. La encuesta señalaba además que los antigripales eran el grupo de medicamentos que más recordaba la gente después de haber visto un anuncio en televisión. Además, la utilización masiva e inadecuada de fármacos es ya la cuarta causa de ingreso hospitalario en el mundo.

Es importante recordar que los antibióticos no curarán nuestra gripe y, por otro lado, sí pueden tener claras contraindicaciones. No sólo se trata de un gasto inútil sino que los antibióticos, además, pueden matar parte de las bacterias que tenemos y que son necesarias para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Al margen de esta ‘ecología bacteriana’, el consumo desproporcionado y la automedicación puede generar resistencias a los antibióticos, que puede llegar a convertir a estos fármacos en sustancias inocuas cuando realmente sean necesarios.

Es cierto que muchos facultativos recetan antibióticos, aunque alegan que lo hacen bajo la presión y ante la insistencia de muchos pacientes que creen que tendrán efecto.

Sin embargo, en muchas ocasiones, la presunta ‘curación’ no es más que una mera casualidad que hace coincidir la desaparición de la gripe con el consumo de antibióticos. Otros expertos apuntan que se trata, simplemente, del llamado ‘efecto placebo’, es decir, una cuestión psicológica más cercana a la sugestión que a la curación.

Pese a que los antibióticos son el tercer grupo de fármacos más utilizado en el ámbito extrahospitalario con receta médica, la ‘guerra de los antibióticos’ parece no estar perdida del todo.

Según datos facilitados por el Ministerio de Sanidad y Consumo, en España ha descendido el consumo de antibióticos. También en Estados Unidos su prescripción ha disminuido un 24 %.

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