(PD).- El pelo nace, crece, se cae y vuelve a nacer. O, al menos, ese es el ritmo normal de una cabellera en la que la alopecia no tiene hueco. Pues esa contínua renovación se produce gracias a los folículos pilosos, donde se concentran también las todopoderosas células madre. Hasta la fecha se pensaba que estas células madre, denominadas LRC, se concentraban en una región abultada del folículo piloso.
Ahora científicos del Instituto Karolinska de Estocolmo han descubierto que son otras células las que contribuyen de forma clara al crecimiento del folículo y del cabello.
Las auténticas células madre se llaman LRC y están también en los folículos, según proponen los científicos suecos. En un experimento con roedores mostraron cómo al trasplantarlas crecían nuevos folículos y pelo.