Descifran tres nuevas secuencias del genoma

Descifran tres nuevas secuencias del genoma


(PD).- Tres nuevas secuencias del genoma humano se presentan esta semana en la revista británica Nature. Dos de ellas proceden de dos individuos sanos -uno de origen africano y otro de origen asiático- y la tercera, de una paciente con leucemia.

El primer proyecto de secuenciación del genoma humano se completó en 2004. El Consorcio Internacional de Secuenciación del Genoma Humano empleó varios años en leer las tres mil millones piezas que lo componen -esto es, nucleótidos o bases- con un coste que rondó los 300 millones de dólares.

Los avances tecnológicos en los últimos años han permitido mejorar el rendimiento de la secuenciación, más rápida y más precisa, y reducir el precio. Diez millones de dólares le costó a J. Craig Venter, fundador de Celera Genomics -la compañía estadounidense que emprendió su propio proyecto de secuenciación- secuenciar su propio genoma en 2007.

Los tres trabajos que se publican han empleado la misma técnica y han contado con la ventaja de disponer de una secuencia patrón de referencia, obtenida en los proyectos anteriores -el último, la secuenciación del genoma de James D. Watson, codescubridor de la estructura del ADN- con la que comparar los datos de estos individuos.

La técnica en cuestión recibe el nombre de secuenciación masiva en paralelo y permite distinguir hasta cuatro millones de variaciones individuales simples, que afectan a una sola base, conocidas como SNPs (siglas en inglés de “single nucleotide polymorphisms”), y centenares de miles de variaciones genéticas de mayor tamaño.

Con el nuevo sistema de secuenciación, que ha desarrollado la empresa estadounidense Illumina, el Genome Analyser, es posible completar la lectura del genoma de un individuo en un plazo de ocho semanas y por menos de 500 mil dólares.

El Consorcio Internacional presentó en junio de este mismo año el proyecto 1.000 Genomas, con un objetivo claro: conseguir un mapa más detallado de la variación genética humana entre individuos y poblaciones.

Todos los genomas secuenciados hasta el momento eran de individuos de procedencia europea, así que en esta ocasión la atención se ha centrado en personas de otros orígenes: un hombre nigeriano de etnia Yoruba y un individuo chino de etnia Han.

La fracción de información que nos distinguen a unos de otros o a unas etnias de otras es mínima, menos de un 1%. Conocerla es importante pues es ahí donde pueden residir nuestras diferencias en cuanto a la susceptibilidad a enfermedades, la respuesta a los fármacos o los factores ambientales.

La potencia del Genome Analyser (con él se pueden leer hasta ocho gigabases por semana) y su coste, más asequible, ha hecho que su aplicación en el campo de la investigación biomédica no se haya hecho esperar.

Un equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis (Estados Unidos) ha secuenciado y comparado el genoma de células sanas y células cancerosas de una mujer con leucemia mieloide aguda (LMA), un tipo de cáncer en la médula ósea que interfiere en la formación de las células sanguíneas.

Así han conseguido descubrir diez variaciones en el ADN de las células cancerosas -respecto a la secuencia “sana”- relevantes en el desarrollo de la LMA, ocho de ellas en genes que hasta ahora no se habían relacionado con este tipo de cáncer y únicas en esta mujer.

Alicia Moreno EFE

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