La doctora Susana Monero, jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional y secretaria de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO ), lo tiene claro.
El sobrepeso y la obesidad representan uno de los mayores problemas mundiales y las cifras son preocupantes.
Se prevé un crecimiento exponencial según el World Obesity Atlas 2023 de forma que pasaremos de un 38 % de personas con exceso de peso en 2020 a un 51% en 2035, y de ellas el 24% serán personas con obesidad. Son afecciones que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas como la diabetes, cardiovasculares, articulares y cáncer, entre otras muchas.
La doctora Monereo asegura que «lo que más engorda es el desorden alimentario», que se muestra con pequeños gestos, como picar entre horas o saltarse comidas, y en hábitos de la vida diaria, como ir al supermercado antes de comer o comprar sin hacer una lista.
Como explica la doctora, la obesidad es una pandemia porque afecta a todo el mundo.
«En todos los países del mundo hay obesidad, afecta a todas las edades: niños, adolescentes, adultos y ancianos, a todos los géneres y estratos sociales, de modo que es una enfermeda transversal».
En cuanto al vínculo entre cerebro y obesidad, Monereo asegura que esta patología por un lado hace mella en el ámbito emocional, ya que produce baja autoestima y tendencia a la depresión.
«Cada vez se asocia más a un deterioro cognitivo y probablemente a demencia y también se está encontrando relación con las bacterias intestinales. De hecho, las bacterias que posee una persona obesa probablemente sean diferentes y al producirse una conexión cerebral se puede producir deterioro. La microbiota intestinal en el obeso produce sustancias que deterioran la función cerebral y las propias bacterias».
«La obesidad se asocia cada vez se asocia más a un deterioro cognitivo y probablemente a demencia y también se está encontrando relación con las bacterias intestinales».
La doctora asegura igualmente que hay pocos fármacos para tratar la obesidad, aunque a su vez hay mucha investigación.
«Lo que pasa es que para tratar la obesidad, necesitamos fármacos que sean seguros y eficaces. Y aunque ha habido muchas moléculas que se han estudiado muy pocas han sido capaces de llegar hasta el final de los ensayos clínicos de seguridad y eficacia. No obstante, ahora mismo ya tenemos en el mercado fármacos y vienen mucho más. Yo creo que el mundo de la obesidad ha cambiado de forma radical y ahora hay medicamentos que nos ayudan de forma espectacular en el tratamiento».
En cuanto al tratamiento, la doctora Monereo explica que ha de realizarse por segmentos.
«El pequeño sobrepeso o una obesidad incipiente a veces se soluciona solo con un cambio de los hábitos y estilo de vida. Para quien de verdad entiende que ha comido mal, que cambia sus hábitos y empieza a hacer ejercicio, es suficiente».
«Ahora mismo ya tenemos en el mercado fármacos y vienen mucho más. Yo creo que el mundo de la obesidad ha cambiado de forma radical y ahora hay medicamentos que nos ayudan de forma espectacular en el tratamiento.»
«Luego están los pacientes que necesitan más ayuda. Como seres humanos tenemos una biología que nos obliga a estar comiendo continuamente. Hay veces que necesitamos ayuda y es donde los fármacos entran de una forma clara ya que ayudan a esos pacientes para los que no lo consiguen con el esfuerzo de cambiar de estilo de vida. Los fármacos les ayudan mucho y les abren un horizonte impensable. Tenemos fármacos con los que se pueden perder 15 ó 20 kilos. Un resultado muy bueno».
La endocrinóloga y nutricionista, recuerda otros abordajes como las ténicas endoscópicas, y en los casos más extremos en los que no se logran cambios con medicamentos y dieta, se puede recurrir a la cirugía.
«Como seres humanos tenemos una biología que nos obliga a estar comiendo continuamente».
Por último, en su opinión todas las personas con obesidad deberían tener la valoración de un médico, que perfectamente puede ser su profesional de atención primaria.
«Una vez que se hace la valoración, el médico decide si solo con un dietista valdría porque a veces es así. Pero, sí que considero que primero el médico debe realizar una análisis global».
La obesidad es un problema de salud pública que trasciende el hecho de comer bien y hacer ejercicio.
Se trata de una enfermedad multifactorial asociada a más de 200 problemas de salud. Hay estudios que revelan que los genes influyen hasta en un 70% en el Índice de Masa Corporal (IMC) de cada persona.
“La alimentación saludable y el ejercicio son una parte importante del tratamiento de la obesidad, pero hay que valorar otros muchos aspectos, incluida la genética, para establecer una estrategia terapéutica individualizada. Por eso, desde Seedo hemos puesto en nuestra web un localizador de especialistas con el objetivo de ayudar a la gente que vive con obesidad a encontrar un experto cerca de su hogar”.
De hecho, entre el 80% y el 95% de las personas que solo hacen dieta para bajar de peso termina recuperando el peso inicial.
“La alimentación saludable y el ejercicio son una parte importante del tratamiento de la obesidad, pero hay que valorar otros muchos aspectos, incluida la genética, para establecer una estrategia terapéutica individualizada.»
En la actualidad, alrededor del 22% de la población española (una de cada cinco personas) tiene obesidad; y el 31,6% presenta sobrepeso. Son cifras que se han multiplicado por dos en las últimas décadas. En 2020, más de 620 millones de personas adultas tenían sobrepeso. Se calcula que, en 2030, pueden llegar a ser 1.000 millones.
De hecho, aunque la obesidad es una patología reconocida por la Organización Mundial de la Salud, solo el 36% de los afectados tiene un diagnóstico médico.
El 80% y el 95% de las personas que solo hacen dieta para bajar de peso termina recuperando el peso inicial.
