"¡Te está creciendo la nariz!"

‘Efecto Pinocho’: ¿un método infalible para detectar a un mentiroso?

El descenso de la temperatura de la punta de la nariz

El ser humano medio dice hasta dos mentiras al día, según un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology.

La mayoría de nuestras mentiras son mentiras blancas o mentiras bastante inofensivas.

Sin embargo, en campos como la aplicación de la ley, el espionaje, los seguros y -como no- las relaciones de pareja, distinguir la verdad de la falsedad es un requisito vital; a veces incluso una cuestión de vida o muerte.

Pero, ¿cómo podemos distinguir la diferencia?

Durante gran parte de la existencia humana, la identificación de la mentira se basaba en rituales religiosos, supersticiosos (y a veces bárbaros): el juicio por combate, el juicio por ordalía o el juicio por tortura.

En la antigua China, se obligaba a los sospechosos a masticar un puñado de arroz crudo y, si después lo escupían seco, se les consideraba culpables, probablemente un ritual basado en la idea de que el miedo seca la saliva de la boca.

En la antigua India, los sospechosos debían permanecer en una tienda oscura y tirar de la cola de hollín de un asno sagrado que, según se decía, rebuznaría en voz alta por el culpable. Al salir de la tienda, los que tenían las manos limpias eran considerados criminales, ya que la culpa les había impedido tener la confianza necesaria para tirar de la cola.

A finales del siglo XIX, los métodos se volvieron afortunadamente más científicos, analizando primero los cambios en la presión sanguínea de las personas, y más tarde en sus patrones de respiración.

En la década de 1930, el inventor estadounidense Leonarde Keeler añadió la respuesta galvánica de la piel como tercera métrica, para medir los niveles de transpiración.

La máquina resultante se hizo famosa como dispositivo de interrogación «suave«, e incluso hoy en día, el polígrafo moderno sigue utilizando esos tres factores para determinar las falsedades.

Pero las máquinas no son en absoluto infalibles.

Según la Asociación Americana de Psicología, «la mayoría de los psicólogos coinciden en que hay pocas pruebas de que las pruebas poligráficas puedan detectar las mentiras con precisión».

La gran mayoría de las jurisdicciones de todo el mundo rechazan los resultados del polígrafo por considerarlos inadmisibles en los tribunales.

John Larson hace una demostración de una máquina poligráfica «detector de mentiras» en la Universidad de Northwestern hacia 1936.

La máquina, que fue perfeccionada a principios del siglo XX por una sucesión de científicos que añadieron más medidas, utiliza una combinación de factores que van desde la presión sanguínea y la respiración hasta la respuesta galvánica de la piel para establecer si una persona está en proceso de decir una mentira.

EFECTO PINOCHO

¿Hay acaso gestos físicos y faciales que los mentirosos suelen hacer?

Científicos de la Universidad de Granada (España) han creado un método para detectar mentirosos que promete ser infalible.

En su estudio aseguran estar ante el detector de mentiras «más exacto» gracias al análisis de que experimenta la temperatura de la nariz y la frente.

Emilio Gómez Milán, uno de los investigadores, explica que para mentir «tenemos que pensar, planificar nuestras excusas, analizar el contexto» y eso requiere «una carga cognitiva o una fuerte demanda de control atencional» que provoca el descenso de la temperatura de la punta de la nariz entre 0,6 y 1,2 ºC y, al mismo tiempo, el incremento de la temperatura de la frente entre 0,6 y 1,5ºC. Científicos establecen una nueva clasificación de tipos de personalidad, ¿cuál es el tuyo?.

La diferencia entre estas dos regiones clave de la cara determina si una persona miente o dice la verdad­, afirma el científico.

Para medir este ‘Efecto Pinocho’ los expertos hacen uso de la termografía, una técnica que mide la temperatura corporal. Así destruyen los científicos uno de los mitos de la evolución humana.

Para realizar el estudio y poner a prueba el detector de mentiras los investigadores pidieron a los participantes del experimento que llamaran a sus seres queridos y les mintieran deliberadamente.

Mientras tanto, un segundo grupo de personas tuvo que hacer otra llamada, en la que describían imágenes desagradables que se les mostraban en un ordenador.

Tras comparar a ambos grupos, los científicos revelaron que en el primero «se da el denominado ‘Efecto Pinocho’ en la nariz y el efecto ‘esfuerzo mental’ en la frente», gracias a la ayuda de la cámara térmica. Este científico predijo que viviría hasta 150. Ahora ya no está tan seguro.

Sin embargo, los investigadores aseguran que no existe ningún método que detecte al cien por cien al mentiroso, pero este modo «reduce los ‘falsos positivos‘ » y «aumenta la exactitud hasta el 80 %«, un 10 % más que el polígrafo.

TRUCOS PARA PILLAR A UN MENTIROSO

La mentira parece estar en la naturaleza del ser humano.

¿Es fácil detectar a un mentiroso?

Algunos expertos asegurarán que, sin duda, lo es.

Maurice Schweitzer, profesor de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania indica en ‘Prevention‘ algunos gestos que, también, por romper una lanza a favor del mentiroso, podrían querer decir otra cosa: cuando los ojos de alguien se desplazan hacia la puerta o el reloj, puede ser un indicador de que desea poder escapar de una situación, tal vez porque te está mintiendo, pero también podría significar que quiere irse.

El psicólogo advierte que cuando alguien miente tarda mucho en responder porque está haciendo malabares con las dos historias, pero quizá podría significar que es lento y se piensa mucho las respuestas para no meter la pata. Y así con todo.

 «Algunas personas se sonrojan, otras abren sus fosas nasales ligeramente, se muerden los labios, transpiran un poco o parpadean muy rápido»

El psicólogo Gregory L. Jantz asegura en ‘Psychology Today‘ que hay maneras infalibles de pillar a un mentiroso:

  • Empieza con preguntas neutrales
    Pregunta sobre el clima, sus planes para el fin de semana o cualquier cosa que provocaría una respuesta normal y cómoda. Cuando respondan, observa su lenguaje corporal y movimiento de los ojos, así puedes saber cómo actúan cuando están diciendo la verdad. ¿Cambian de postura? ¿Miran hacia una dirección específica? ¿O te miran directo a los ojos? Asegúrate que haces suficientes preguntas para observar el patrón.
  • Encuentra el foco de atención
    El experto asegura que, una vez que te mueves del territorio neutral hacia la “zona de mentiras”, deberías ser capaz de observar un cambio en el lenguaje corporal.
  • Observa el lenguaje corporal
    Los mentirosos suelen encoger su cuerpo al mentir para sentirse más pequeños y llamar menos la atención, también, según indica Jantz, retroceden y ocultan sus manos.
  • Observa las expresiones microfaciales
    «Las personas con frecuencia revelan una mentira con su expresión facial, pero algunas de estas expresiones suelen ser sutiles y difíciles de notar. Algunas personas se sonrojan, otras abren sus fosas nasales ligeramente, se muerden los labios, transpiran un poco o parpadean muy rápido. Cada uno de estos cambios en expresiones faciales significa un incremento en la actividad cerebral conforme comienzan las mentiras».
  • Observa cuando dejan de hablar de sí mismos
    Las personas que están mintiendo también pueden empezar a alejarse de la historia y empezar a dirigir la atención hacia alguien más. Escucharás menos yo y a mí conformeintentan distanciarse psicológicamente de la mentira que están componiendo.

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