SALUD Y VIDA

¡Atención!: Siete atendidos por picaduras de carabela portuguesa en la playa de Benidorm

¡Atención!: Siete atendidos por picaduras de carabela portuguesa en la playa de Benidorm
La carabela portuguesa. EP

Prudencia, porque te pueden dejar como un Cristo.

Siete personas han sido atendidas este domingo 23 de junio de 2019, en una playa de Benidorm (Alicante), por picaduras leves de carabela portuguesa.

Cinco de los ‘picados’ han sido trasladadas por precaución al hospital de Villajoyosa. Solo una de ellos sigue en observación, aunque su estado no reviste gravedad.

Así lo ha explicado la concejala de Playas de Benidorm, Mónica Gómez, quien ha señalado que el Ayuntamiento ha activado durante dos horas el protocolo por carabela portuguesa en tres playas, tras detectar dos ejemplares en aguas de la ciudad, que han sido retirados por los servicios de salvamento. Por precaución, durante una hora se ha prohibido el baño en las playas de Levante y Poniente, y durante algo más de dos horas en la de Mal Pas, que ya han vuelto a la normalidad tras confirmar los equipos de salvamento la ausencia de más hidrozoos.

No obstante, como medida de precaución, en las tres playas ondea la bandera amarilla y la de medusas, según un comunicado del Consistorio.

A pesar del temor que suele despertarse en esta época del año, hay que tener en cuenta que las calaberas portuguesas, similar a una medusa en aspecto, no suele resistir las altas temperaturas, por lo que mueren durante el verano.

No obstante, en caso de avistar algún ejemplar se debe avisar a las autoridades a través del teléfono de emergencias 112.

Uno de los mayores riesgos de la carabela portuguesa, de color azulado, son sus tentáculos, que pueden medir hasta 30 metros. Su picadura se caracteriza por una intensa sensación de quemazón, picor e inflamación, así como un dolor agudo. En los casos más extremos puede generar parálisis, infartos y hasta la muerte.

Desde el servicio de Emergencias recomiendan que, en caso de picadura, se deben retirar los restos de filamentos de la zona afectada con unas pinzas o incluso con una tarjeta u otro elemento rígido, y limpiarla con agua salada; nunca con dulce. Una vez hecho esto, se debe aplicar hielo y evitar la exposición al sol. No obstante, el paso principal e imprescindible es acudir a un puesto de socorro en la playa o a un centro de salud, ya que estas picaduras nunca se deben subestimar.

El misterio de las medusas azules de AustraliaPD

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Autor

Manuel Trujillo

Periodista apasionado por todo lo que le rodea es, informativamente, un todoterreno

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