¿Sabrías cómo salvar la vida de una persona en un momento de emergencia?
Ya hablamos de cómo gestionar las emociones ante una situación crítica y ahora vamos a compartir contigo lo que necesitas saber para ACTUAR.
Controla tus emociones y podrás ponerte en acción para aplicar las técnicas y maniobras de primeros auxilios de forma eficaz.
España es uno de los países con menos formación en primeros auxilios de Europa y tan solo un 18% de los ciudadanos europeos sabe qué procedimiento debe llevar a cabo en caso de emergencia, según un estudio de Cruz Roja.
Antes de que lleguen los servicios médicos
Los primeros auxilios son los conocimientos de ayuda necesaria y básica para socorrer a una persona que ha sufrido un accidente hasta la llegada de los servicios médicos. El objetivo final es salvar vidas y gracias a los primeros auxilios lo hacemos posible.
Las técnicas necesarias pueden variar en función de las circunstancias o situaciones. Los casos que requieren primeros auxilios son quemaduras, hemorragias, fracturas, traumatismos y asfixia. Hay que tener cuidado si nos encontramos ante personas mayores, embarazadas o niños pues las técnicas pueden variar.
Cursos básicos para salvar una vida
¿Qué es lo que aprenderás en un curso de primeros auxilios?
Te enseñarán a detectar y resolver situaciones de riesgo como reacciones alérgicas, traumatismos, convulsiones febriles o atragantamientos, así como a reaccionar anteparadas cardiorespiratorias.
Es importante que en estos talleres teórico-prácticos te enseñen a utilizar un desfibrilador, a frenar hemorragias, actuar ante convulsiones o atender posibles quemaduras. También es fundamental saber tratar un estado shock y tranquilizar a la víctima.
Hay una parte vital de los cursos de primeros auxilios y es la prevención. Detectar a tiempo patologías, reacciones alérgicas, posibles caídas y/o golpes o prevenir accidentes infantiles es tan importante como saber actuar una vez que han ocurrido.
Por supuesto, desde el punto de vista emocional la persona aprenderá a mantener la calma y no bloquearse ante un accidente de cualquier característica.
¿Y si la víctima es un niño/niña?
En el área de primeros auxilios existen cursos especializados en primeros auxilios pediátricos. Son fundamentales para padres, profesores o educadores,cuidadores, psicólogos infantiles, pedagogos etc., que traten con niños. Toda persona que tenga trato diario y directo con niños debería saber proporcionar una primera asistencia ante accidentes o enfermedades súbitas que puedan sufrir lactantes o niños menores de 8 años.
Los accidentes más frecuentes en los más pequeños son: atragantamiento, golpe de calor, fracturas, mordeduras y/o picaduras, heridas, alergias, convulsiones, asma o paro cardiaco en recién nacidos.
Empresas. Saber actuar en el trabajo.
Imagina estar en el trabajo y que un compañero sufra un accidente. Da igual si trabajas en un despacho, en una tienda, en un restaurante u hotel, o realizando tareas de mantenimiento. Será importante tu ayuda, y saber primeros auxilios hará que tu compañero de trabajo pueda salvar su vida.
Por supuesto, hay una normativa sobre seguridad y salud en el trabajo que todas las empresas deben cumplir. Esta regulación obliga a los empresarios, entre otros, a disponer de un botiquín y material de primeros auxilios para que, en caso de necesidad, todo el personal de la empresa pueda acceder a ellos sin problema. Lo más importante para una empresa es la prevención para evitar o disminuir los riesgos derivados del trabajo. Esta prevención comienza con cursos en primeros auxilios a los trabajadores con el objetivo de estar preparados ante cualquier situación de riesgo.
Formación en primeros auxilios. Programa básico.
Cada situación requiere una actuación rápida, segura y eficaz. Lo que debe enseñar un curso básico de primeros auxilios es aprender a actuar en caso de crisis o emergencia. Seis pasos a seguir:
- Autocontrol: las emociones pueden jugarnos una mala pasada y dejarnos en shock. Es importante mantener la calma. Este es el momento de actuar y no puedes esperar.
- Evaluación: además de socorrer y ayudar al accidentado es importante evitar más riesgos. Por ello, evalúa la zona y garantiza que el herido no sufrirá ningún riesgo.
- Estado general del accidentado: evalúa a la persona accidentada, su estado de conciencia y su condición respiratoria.
- Los latidos: los signos vitales son las señales que nos indican la presencia de vida. Cuenta los latidos de la persona accidentada, sus pulsaciones y sus respiraciones.
- Respiración de salvamento: el objetivo es restablecer el patrón respiratorio normal. Comienza con una insuflación cada cinco segundos, 12 veces por minuto.
- RCP: la reanimación cardiopulmonar se utiliza en caso de parada cardiorrespiratoria. Consiste en combinar respiraciones y compresiones torácicas mediante un masaje cardíaco externo. Si no tienes capacitación en RCP utiliza únicamente tus manos. Haz compresiones de pecho sin interrupción de 100 a 120 por minuto hasta que lleguen los servicios médicos.
Recuerda: puede estar en tus manos salvar una vida.