Las quemaduras pueden ser causadas de diferentes formas, de hecho todos alguna vez hemos sufrido una. Por el fuego, productos químicos, agentes eléctricos o biológicos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las quemaduras se producen mayormente en el ámbito doméstico y laboral y son un problema de salud pública a nivel mundial que provocan alrededor de 180.000 muertes al año.
De hecho, para tratarlas se han empleado remedios caseros que no siempre son la mejor opción.
La pasta de dientes es el método ‘de andar por casa’ más utilizado. Aunque en un primer momento puedes sentir ese efecto de ‘frescor’ pasado un tiempo la pasta quedará dura y pegada a la piel resecándola aún más por lo que no se aconseja su aplicación.
Lo mismo ocurre con el agua muy fría o hielo que son métodos que no están recomendados, ya que producen contracción de los vasos sanguíneos e incrementa la sensación de dolor.
Existen tres tipos de grados en cuanto a los daños que causan:
Quemadura de primer grado. Son superficiales y presentan enrojecimiento de la piel.
Quemadura de segundo grado. Son más profundas, también presentan enrojecimiento y ampollas en la piel.
Quemadura de tercer grado. Destruyen todas las capas que forman la piel y la zona afectada pierde sensibilidad.
Lo mejor es evitar que se produzcan utilizando guantes o manoplas cuando tratamos con líquidos calientes, manipular con mucha precaución cualquier producto químico, mantenerse alejado de zonas con corrientes eléctricas o colocar protecciones en aquellos elementos que pueden provocar fuego como velas cerca de papeles.
