La dieta cetogénica (o dieta keto, en su abreviatura) tiene un siglo de historia, muy popular por sus beneficios en personas con diabetes, cáncer, epilepsia o Alzheimer. Este plan de alimentación, que debe aplicarse bajo control médico, es bajo en carbohidratos y rico en grasas.
La dieta keto comparte muchas similitudes con las dietas Atkins y todas aquellas que son bajas en carbohidratos. El objetivo es generar el estado metabólico conocido como cetosis similar al del ayuno.
Aunque es cierto que con los años se ha demostrado que esta dieta es eficiente para perder peso, un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Yale y publicado en Nature Metabolism ha demostrado que es beneficiosa si se realiza durante un periodo de tiempo corto, ya que si se mantiene durante un largo periodo empieza a tener efectos negativos.
El autor principal de la investigación, Vishwa Deep Dixit, ha comentado que después de una semana con la dieta, la investigación llevada a cabo con ratones:
«Muestran una reducción en los niveles de azúcar en la sangre y la inflamación. Pero cuando el cuerpo está en este modo: «morir de hambre», también se produce almacenamiento de grasa simultáneamente con la descomposición de la grasa. Por lo que hemos visto que cuando los ratones continúan comiendo la dieta alta en grasas y baja en carbohidratos más de una semana, consumen más grasa de la que pueden quemar y desarrollan diabetes y obesidad. Pierden las células T protectoras gamma/delta en la grasa».
Los resultados de la investigación tienen que validarse aún en humanos: «Antes de que se recete una dieta de este tipo, hace falta llevar a cabo un gran ensayo clínico para entender los mecanismos que están detrás de los beneficios metabólicos e inmunológicos o los potenciales daños que pueda hacer la dieta a personas con sobrepeso o prediabetes», apunta el investigador Vishwa Deep Dixit.