ÁNALISIS / Antoni Moner Carayol

¿Qué podemos esperar de América Latina tras el Covid-19?

¿Qué podemos esperar de América Latina tras el Covid-19?

La llegada del COVID-19 a Iberoamérica probablemente acentúe de forma significativa las fracturas internas de los países que componen esta zona del globo, fomentando una crisis económica y social sin precedentes en una de las regiones más vulnerables.

A los incidentes de tensión social ocurridos en la segunda mitad del año 2019 que ya anticipaban un posible “otoño latinoamericano”; se van a unir situaciones de conflictividad social provocadas por las medidas de contención y confinamiento para mitigar los efectos del virus.

El trabajo informal y la precariedad.

Es importante señalar que Latinoamérica presenta una altísima tasa de trabajo informal. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2018 alrededor de 130 millones de trabajadores realizaban su actividad de modo irregular. Según el mismo estudio de la OIT, Bolivia y México lideran esta lista con un 80% y un 57% respectivamente, aunque en el resto de la región las cifras tampoco son mucho más positivas, siendo Ecuador el que presenta un nivel más bajo con un 27,7%. Estos datos reflejan la incapacidad de subsistencia de una gran parte de la población con la aplicación de unas medidas similares a las europeas.

Gran parte de esta población habita en las zonas más deprimidas, con mayor nivel de densidad de población y hacinamiento y, en muchos casos, con unas escasas condiciones de salubridad. Hay que tener en cuenta que cerca del 40% de los ciudadanos de la zona carece de acceso al agua corriente. En esta situación, supone una verdadera quimera cumplir con los requisitos básicos de higiene para prevenir el contagio del COVID-19.

La baja inversión en sanidad pública.

Países como Italia, España o Francia, con sistemas de salud sensiblemente más preparados, están experimentando el desabastecimiento de material sanitario y el colapso de sus hospitales debido al impacto del coronavirus.
En la mayoría de estos países se ha apostado por un sistema de salud privatizado. El gasto público en sanidad de Brasil (uno de los países de la región con uno de los sistemas de sanidad mejor dotados) supone solo el 3’8% del PIB, frente al 8% de España o el 10% de Francia y Alemania. Además, según la Organización Mundial de la Salud, los países de Latinoamérica invirtieron en 2017 tres veces menos capital que los países de la Unión Europea en sanidad.

Solo Cuba, con una inversión del 10% del PIB en sanidad puede alinearse con los estándares de gasto europeos en esta materia. Uruguay, Chile y Costa Rica siguen a Cuba pero a una distancia de desembolso considerable. Sin embargo, ello no significa que la introducción del virus vaya a tener un impacto leve. Por otro lado, Bolivia, Honduras, Haití y Venezuela con una inversión menor a 500$ per cápita, van a tener serios problemas para afrontar la crisis sanitaria que se aproxima.

Otro de los problemas que se pueden presentar relacionado con la sanidad pública es el demográfico. La población en naciones latinoamericanas como México o Brasil, con un bajísimo gasto público en sanidad, supera con creces los niveles poblacionales de los países europeos. Asimismo, existe un verdadero problema de acceso a centros sanitarios en las áreas más rurales, aisladas y desfavorecidas.

Desde el inicio de los primeros contagios, los hospitales públicos han presentado una carencia de materiales y una saturación inusual siendo, este, solo el principio. En el Estado de México los sanitarios se manifestaron el 30 de marzo para exigir una mayor implicación por parte del estado y con el objetivo de alertar de la falta de preparación para aplacar la pandemia.

Por ende, la población que sufrirá en mayor medida los efectos de la pandemia será la que cuenta con menores recursos y que, además, es mayoritaria puesto que en Latinoamérica 190 millones de personas viven en situación de pobreza y 60 de extrema pobreza.

Zonas sin control gubernamental y crimen organizado

El aislamiento de numerosas zonas rurales, montañosas, selváticas y costeras no solo afecta de manera directa al acceso a la sanidad, sino que también implica el nulo control gubernamental sobre las mismas. Del mismo modo, existen grandes problemas para hacer cumplir la legislación en las zonas marginales de las grandes urbes.
Estos territorios están habitualmente controlados por diferentes grupos criminales que son los que imponen y hacen cumplir sus propias normas. Algunas bandas criminales se han mostrado colaboracionistas con los parámetros internacionales para la prevención de la pandemia. En la favela de Cidade de Deus en de Río de Janeiro, el Comando Vermelho ya ha impuesto la cuarentena obligatoria a sus ciudadanos. En otras favelas se han seguido unas estrategias similares.

También en Colombia se están desarrollando acciones similares. el ELN ha decidido declarar un alto el fuego mientras dure la alarma por el coronavirus y las disidencias de las FARC han amenazado a los ciudadanos que contravengan las recomendaciones y la cuarentena impuesta por el gobierno de Iván Duque en el departamento de Nariño.

Sin embargo, es altamente probable que otros grupos criminales utilicen el momento para fortalecer sus posiciones frente a sus respectivos gobiernos. Es posible que sigan el ejemplo de la mafia italiana, la cual está fomentando la revolución popular en diversos territorios del sur del Italia como la Campania o Sicilia, aprovechando la situación.

Existe el riesgo de que un mantenimiento sostenido en el tiempo de las medidas adoptadas provoque el descenso súbito de los ingresos de los grupos criminales, pudiendo generar un estallido de violencia en un plazo relativamente corto de tiempo si estas bandas no consiguen transformar y diversificar su actividad.

El negacionismo y la crisis de liderazgo

Tanto López Obrador, (presidente de México), como Jair Bolsonaro (presidente de Brasil) tomaron un discurso negacionista y minimizador respecto al riesgo que entrañaba el COVID-19. Decidieron seguir la deriva tomada anteriormente por Donald Trump o Boris Johnson que, finalmente, se han visto obligados a rectificar perdiendo un valioso tiempo que ha aprovechado el coronavirus para extenderse de forma descontrolada.
A día 31 de marzo, Brasil presentaba los mayores índices de contagio en la región con 4.661 y 165 muertos. México se sitúa en cuarto lugar con 1.094 infectados y 28 muertos.

En Brasil, la actitud tomada por Bolsonaro, provocó, el día 28 de marzo, el acercamiento de los mandos del ejército al vicepresidente, Hamilton Mourao, para mostrarle su apoyo en caso de renuncia del presidente. Por otro lado, las decisiones tomadas por López Obrador han aumentado las críticas sobre su idoneidad para el puesto.

¿Qué podemos esperar de América Latina tras el Covid-19?

Tras analizar los principales factores que determinarán los acontecimientos próximos en la región, es inevitable adoptar una visión pesimista de cara a su futuro.
Desde nuestro punto de vista, existe gran parte de la población en situación de vulnerabilidad y desamparo tanto frente al impacto de la pandemia, como de las medidas necesarias para frenar su avance. Ello propiciará, irremediablemente, la desestabilización social y económica de esta zona, agudizando de forma significativa la crisis que seguía arrastrando.

Las medidas de confinamiento probablemente carecerán del mismo éxito que en Europa debido a la configuración socioeconómica de la región y cabe un riesgo elevado de que se desarrollen protestas espontáneas en las zonas más deprimidas.

De acuerdo con los datos observados, Brasil y México pueden ser los países que se vean más perjudicados debido a la combinación de los factores intrínsecos con las malas decisiones gubernamentales.

Además, Bolivia, debido a su alto nivel de trabajo irregular, a su mínima inversión en sanidad, unido al presente estado de inestabilidad tras la marcha de Evo Morales; puede experimentar nuevos episodios de tensión social impulsados por la población indígena y desfavorecida.

Antoni Moner Carayol
Analista de inteligencia en High Strategies Intelligence

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído