A sus 24 años de edad, Marta Bustos sufrió un trágico accidente el 11 de junio de 2020 tras explotarle en el rostro una mezcla de sosa cáustica, agua y aceite mientras se dedicaba a su gran pasión: producir jabones, detergentes y cremas artesanales. La catalana de Tarrasa con residencia en Seattle (EE.UU) desde hace dos años y su familia han iniciado una campaña en la que demandan ayuda económica («desde 2 euros, hasta 20, todo ayuda») y «máxima difusión» para sufragar los gastos del tratamiento al que se está sometiendo de cara a intentar recuperar la vista.
La protagonista grabó un video desde el hospital Harborview Medical Center, donde se halla ingresada, que tituló «Salvemos mis ojos» en el que relata, con pelos y señales, cómo ocurrió el sinestro.
«Bajé la guardia y la sosa cáustica me saltó en la cara, en boca, nariz y ojos», explica.
A través de la plataforma GoFundMe y bajo el nombre ‘Salvem els meus ulls’, se ha lanzado un llamamiento mundial en el que se persigue la obtención del amparo necesario para afrontar las ingentes cantidades de dinero que solicitan en el país. Aunque el primer objetivo eran 75.000 euros, ya se han colectado más de 200.000 euros, algo que sus cercanos y consanguíneos «agradecen de todo corazón».
«Los tratamientos son carísimos. Una noche en la UCI del hospital ya vale más de 4.000 dólares. (…) Allí nos cobran por cada gota que le ponen en los ojos», revela su madre, Anna Góngora.
Marta, que hoy aplaude el «increíble sistema médico social que tenemos cuando estamos ahí (en España) y nos quejamos», se sometió a una primera intervención quirúrgica el 13 de junio de 2020, pero los especialistas ya le han asegurado que deberá pasar por quirófano de nuevo. Además, es muy probable que tengan que trasplantarle las córneas en caso de que estas «no se regeneren».
A pesar de todo, la joven se mantiene fuerte anímicamente y asegura haber vuelto a nacer; tampoco oculta su confianza absoluta en los médicos y en recobrar parte de la visión para disfrutar de todo lo que le entusiasma.
