CURIOSIDADES QUE ESCONDEN NUESTROS OÍDOS

El cerumen y lo que revela de tu salud ese pequeño espía que sale de la oreja

La cera de tu orejas puede decir mucho más sobre ti de lo que imaginas

Orejas
Orejas. PD

Puede que nunca hayas pensado demasiado en él.

El cerumen, esa sustancia pegajosa y a menudo infravalorada, esconde secretos sobre tu salud y tu historia genética.

Si alguna vez te has preguntado por qué algunas personas tienen cera más seca y otras más húmeda, o si es cierto que un simple tapón puede dejarte medio sordo durante días, sigue leyendo.

La ciencia está detrás de este pequeño gran misterio biológico.

El cerumen: ¿qué es y para qué sirve?

Llamado también “cera de oído”, el cerumen es una mezcla de secreciones de las glándulas ceruminosas y sebáceas del conducto auditivo externo, junto con células muertas y polvo. Lejos de ser solo un residuo molesto, cumple funciones cruciales:

  • Protege el canal auditivo atrapando suciedad, bacterias y hongos.
  • Lubrica la piel interna del oído, evitando irritaciones.
  • Funciona como barrera natural frente a insectos (sí, los oídos tienen su propio “sistema antiplagas”).

Por si fuera poco, el cerumen tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas, lo que lo convierte en uno de los guardianes invisibles de nuestra salud auditiva.

¿Qué dice el cerumen sobre tu genética?

Aquí viene una de las curiosidades científicas más sorprendentes: el tipo de cerumen está determinado por un solo gen, el ABCC11. En las poblaciones del este asiático predomina el cerumen seco, mientras que en Europa y África abunda el tipo húmedo. Esta diferencia no solo afecta la textura, sino también el olor del cerumen. Así que sí, la cera pegajosa (y a veces aromática) es un asunto familiar, literalmente.

Tabla comparativa: Cerumen húmedo vs seco

TipoPoblaciones frecuentesCaracterísticas
HúmedoAfricanas, europeasAmarillo/marrón, pegajoso
SecoAsiáticas orientalesGrisáceo/blanco, quebradizo

Cuando la cera se convierte en problema

En condiciones normales, el cerumen sale solo o se elimina con movimientos naturales como masticar o hablar. Pero a veces se acumula y forma un tapón. Esto puede causar:

  • Pérdida temporal de audición.
  • Picor intenso.
  • Sensación de oído taponado.
  • En casos extremos, dolor o incluso mareo.

Un tapón de cera puede afectar incluso al equilibrio y provocar molestias que van mucho más allá del simple picor. Ignorar estos síntomas puede derivar en infecciones o complicaciones mayores.

La relación entre cerumen y enfermedades

La acumulación excesiva de cerumen no solo molesta: puede ser la causa oculta detrás de episodios repentinos de pérdida auditiva. Según expertos en salud auditiva, un tapón de cera puede reducir la capacidad para percibir sonidos hasta el punto de simular una sordera súbita. Además:

  • El uso excesivo de bastoncillos agrava el problema al empujar la cera hacia dentro.
  • Los niños son especialmente propensos a los tapones porque sus canales auditivos son más pequeños.
  • El exceso de humedad o el baño frecuente pueden arrastrar la cera protectora y favorecer infecciones como la otitis externa (el famoso “oído del nadador”).

Curiosidades científicas para sorprender en cualquier conversación

¿Sabías que…?

  • El olor del cerumen también depende del tipo genético? Las personas con cera seca suelen tener menos olor corporal general debido a una menor secreción apocrina.
  • Algunos animales producen una variante especial de cerumen; por ejemplo, los elefantes lo usan para repeler insectos.
  • En Japón existe una tradición popular según la cual las madres limpian las orejas a sus hijos como muestra de cariño… aunque los otorrinos no están muy convencidos del método.
  • El color del cerumen puede cambiar según la dieta, el entorno e incluso algunos medicamentos.
  • Los tapones de cera han sido hallados en momias egipcias: ¡el problema viene desde hace milenios!

Consejos para cuidar tus oídos sin perder la dignidad (ni el equilibrio)

No todo vale cuando hablamos del cuidado auditivo. Los expertos recomiendan:

  • Evitar los bastoncillos; usa soluciones salinas o consulta a un profesional si tienes molestias persistentes.
  • Mantener los oídos secos tras nadar para evitar infecciones.
  • Consultar al médico ante cualquier síntoma inusual como dolor intenso, fiebre o secreción anómala.

Y recuerda: el cerumen no es tu enemigo, sino más bien un espía discreto que te avisa cuando algo no va bien… ¡y además revela detalles insólitos sobre tu herencia genética!


En definitiva, ese pequeño residuo pegajoso dice mucho más sobre ti —y tus antepasados— de lo que imaginas. La próxima vez que veas salir un poco de cera al secarte las orejas después del baño, dale las gracias por su incansable labor protectora. Y si tienes una historia divertida sobre tapones rebeldes o descubrimientos familiares gracias a la genética del oído… ¡compártela! Puede que te conviertas en la estrella científica inesperada en tu próxima reunión.

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