ADAPTACIÓN HUMANA EXTREMA REVELADA EN ESTUDIO CIENTÍFICO RECIENTE

¿Son las legendarias buceadoras libres de Corea del Sur el resultado de una evolución genética?

Investigadores descubren que las formidables buceadoras Haenyeo poseen variantes genéticas únicas que les permiten soportar condiciones extremas bajo el agua

La buceadoras de la isla de Jeju, en Corea del Sur
La buceadoras de la isla de Jeju, en Corea del Sur. PD

En las frías aguas que rodean la isla de Jeju, a unos 50 kilómetros de la costa sur de Corea del Sur, un grupo extraordinario de mujeres ha desafiado durante siglos los límites de la resistencia humana.

Las Haenyeo, conocidas como «mujeres del mar«, practican el buceo en apnea a profundidades de hasta 10 metros para recolectar alimentos marinos, incluso durante el embarazo y bien entradas en la octava década de sus vidas.

Lo que durante mucho tiempo se consideró simplemente una tradición cultural, ahora revela ser también un fascinante caso de adaptación evolutiva humana.

Un reciente estudio publicado en la revista científica Cell Reports el 2 de mayo de 2025 ha descubierto que estas buceadoras poseen variantes genéticas específicas que les proporcionan ventajas fisiológicas para su arriesgada labor.

Estas adaptaciones, similares a las observadas en poblaciones que viven en grandes altitudes como los tibetanos, representan un ejemplo vivo de cómo el cuerpo humano puede transformarse a través de generaciones para prosperar en condiciones extremas.

El legado de las Haenyeo: tradición en peligro de extinción

Las Haenyeo han sido durante siglos un pilar fundamental de la economía y la cultura de Jeju. Estas mujeres comienzan su entrenamiento alrededor de los 15 años y continúan buceando durante toda su vida, incluso hasta bien entrados los 80 años. Su rutina diaria consiste en sumergirse repetidamente para recolectar algas, abulones y otros alimentos marinos del fondo oceánico.

«Son mujeres absolutamente extraordinarias», explica Melissa Ilardo, profesora asistente de informática biomédica en la Universidad de Utah y autora principal del estudio. «Cada día, salen y se meten en el agua, y ahí es donde trabajan todo el día. Vi a mujeres de más de 80 años lanzarse al agua desde un barco antes incluso de que este se detuviera».

Sin embargo, esta tradición centenaria está en declive. La mayoría de las buceadoras actuales tienen entre 60 y 70 años, con una edad promedio de aproximadamente 70 años. A medida que las generaciones más jóvenes buscan otras oportunidades profesionales, el conocimiento y las habilidades únicas de las Haenyeo corren el riesgo de desaparecer, lo que añade urgencia a la investigación científica sobre sus extraordinarias capacidades.

Adaptaciones genéticas para la supervivencia submarina

El equipo de investigación, liderado por Ilardo, analizó las características fisiológicas y genéticas de tres grupos distintos: 30 buceadoras Haenyeo de Jeju, 30 mujeres no buceadoras de la misma isla y 31 mujeres del continente coreano. Los científicos compararon la frecuencia cardíaca y la presión arterial de las participantes tanto en reposo como durante inmersiones simuladas, donde todas las mujeres contenían la respiración mientras sumergían sus rostros en agua fría.

«Si contienes la respiración y sumerges tu cara en un recipiente lleno de agua fría, tu cuerpo responde como si estuvieras buceando», explicó Ilardo. Esta respuesta, conocida como reflejo de inmersión, provoca una disminución de la frecuencia cardíaca para conservar oxígeno, un mecanismo crucial para la supervivencia bajo el agua.

Los resultados fueron reveladores: las Haenyeo experimentaron una disminución significativa de la frecuencia cardíaca durante estas inmersiones simuladas, a pesar del breve tiempo de buceo. «Debido a que las Haenyeo han estado buceando durante mucho tiempo, su frecuencia cardíaca ha sido entrenada para disminuir más», explicó Ilardo. Mientras que en las no buceadoras de Jeju la frecuencia cardíaca se reducía en aproximadamente 20 latidos por minuto, en las Haenyeo la reducción era aún mayor. «Tuvimos una buceadora cuya frecuencia cardíaca disminuyó más de 40 latidos por minuto en menos de 15 segundos».

El mapa genético de la resistencia

El análisis genómico reveló dos variantes genéticas notables que podrían beneficiar a las Haenyeo en sus inmersiones:

  1. Variante asociada con la tolerancia al frío: Esta modificación genética podría protegerlas de la hipotermia durante sus inmersiones en aguas gélidas. Hasta la década de 1980, las Haenyeo buceaban con trajes de algodón fino que ofrecían mínima protección térmica, lo que hace esta adaptación particularmente valiosa.
  2. Variante vinculada a una menor presión arterial diastólica: Esta característica apareció en el 33% de todos los participantes de Jeju, pero solo se observó en el 7% de los habitantes del continente. Los investigadores creen que esta variante podría reflejar una selección natural reciente para mitigar los riesgos de salud para las mujeres que bucean durante el embarazo, ya que la presión arterial elevada se ha relacionado con factores de riesgo durante la gestación.

Lo más sorprendente del estudio fue que no se encontraron diferencias genéticas entre las buceadoras Haenyeo y las no buceadoras de Jeju. Sin embargo, ambos grupos mostraban una composición genética significativamente diferente a la de los coreanos del continente. Esto sugiere que las adaptaciones genéticas se han extendido a toda la población de la isla debido a su ascendencia compartida y estrecha.

La segunda población humana adaptada al buceo

Este descubrimiento posiciona a las Haenyeo como la segunda población humana conocida con adaptaciones genéticas específicas para el buceo. La primera identificada fue el pueblo Bajau Laut del sudeste asiático, estudiado también por Ilardo en 2018. Sin embargo, existe una diferencia crucial entre ambos grupos: mientras los Bajau bucean en aguas cálidas con temperaturas promedio de 27°C, las Haenyeo se sumergen en aguas que pueden descender hasta los 12°C, temperaturas que representan un riesgo significativo de hipotermia.

«Bucean independientemente de la temperatura», señala Ilardo, destacando que estas mujeres típicamente descienden a profundidades de 10 metros durante aproximadamente 30 segundos cada vez, realizando múltiples inmersiones a lo largo de jornadas de hasta siete horas.

Implicaciones para la medicina moderna

Estas adaptaciones genéticas, combinadas con un riguroso entrenamiento, contribuyen significativamente a las habilidades de buceo de las Haenyeo. Los investigadores sugieren que comprender mejor estos cambios podría tener importantes aplicaciones médicas.

«Si podemos caracterizar más profundamente cómo esos cambios afectan la fisiología, podría inspirar el desarrollo de terapéuticos para tratar diferentes afecciones, como trastornos hipertensivos del embarazo y accidentes cerebrovasculares», señaló Ilardo.

La variante genética relacionada con la presión arterial, en particular, podría ofrecer pistas valiosas para el tratamiento de condiciones como la preeclampsia, una complicación potencialmente mortal durante el embarazo caracterizada por hipertensión.

Curiosidades científicas sobre las Haenyeo

Longevidad activa excepcional: Las Haenyeo continúan su actividad física extrema hasta edades muy avanzadas, desafiando las nociones convencionales sobre el envejecimiento y la capacidad física. Algunas buceadoras siguen activas hasta los 90 años, manteniendo una resistencia física que asombra a los investigadores.

Embarazo y buceo: Tradicionalmente, las Haenyeo han continuado buceando durante el embarazo, una práctica que habría ejercido una fuerte presión selectiva para desarrollar adaptaciones que protegieran tanto a la madre como al feto. La variante genética asociada con menor presión arterial podría ser crucial en este contexto.

Trajes tradicionales mínimos: Hasta la introducción de los trajes de neopreno en la década de 1980, las Haenyeo buceaban con simples trajes de algodón que ofrecían prácticamente nula protección térmica. «No puedo imaginar lo poco que protegían del frío», reflexiona Ilardo, subrayando la extraordinaria resistencia al frío que estas mujeres han desarrollado.

Reconocimiento UNESCO: En reconocimiento a su importancia cultural, la tradición de las Haenyeo fue inscrita en 2016 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, destacando no solo su valor cultural sino también su excepcional adaptación humana a un entorno desafiante.

Economía matriarcal: Las Haenyeo han creado una rara estructura social matriarcal en una sociedad tradicionalmente patriarcal. Al ser las principales proveedoras económicas de sus familias, estas mujeres han disfrutado de un estatus social elevado y una independencia inusual para su contexto cultural.

Técnicas de respiración únicas: Las Haenyeo utilizan un silbido distintivo conocido como «sumbisori» para expulsar el aire después de una inmersión prolongada. Este sonido característico no solo es parte de su identidad cultural sino que también representa una técnica de respiración optimizada para maximizar su tiempo bajo el agua.

El caso de las Haenyeo nos recuerda que la evolución humana no es simplemente un capítulo de nuestro pasado distante, sino un proceso continuo que sigue moldeando nuestros cuerpos en respuesta a los desafíos ambientales y culturales. A medida que esta tradición centenaria se enfrenta a su posible extinción, los secretos genéticos de estas extraordinarias mujeres del mar podrían proporcionar beneficios duraderos para la humanidad, desde tratamientos médicos innovadores hasta una comprensión más profunda de los límites de la adaptación humana.

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