Las farmacéuticas argumentan que la mayor parte de su presupuesto lo dedican a I+D pero no es cierto
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Entre 2010 y 2014, caducarán las patentes de ocho medicamentos que el año pasado registraron una facturación conjunta de 31.679,48 millones de euros.
En el caso de algunos laboratorios, sus medicamentos superventas han llegado a representar el 40% de la cifra de negocio, lo que los pone en una dificilísima situación cuando caduca la patente y entra la competencia de los fabricantes de genéricos.
Es cierto que es muy costoso investigar nuevos medicamentos y que la industria farmacéutica ha destinado más dinero a Investigación más desarrollo (I+D) durante los últimos años.
Pero también hay que tener en cuenta varios factores:
- -Los laboratorios dicen que desarrollar un nuevo fármaco les cuesta entre 800 y 1.000 millones de dólares. Pero organizaciones civiles como Public Citizen reducen esa cifra a 75 millones. Y el libro La píldora de los 800 millones de dólares dedica sus 422 páginas a desmontar ese mito.
- -Las farmacéuticas argumentan que la mayor parte de su presupuesto lo dedican a I+D pero no es cierto. La industria invierte bastante más en promoción de sus productos, lo que puede interpretarse como que les importa más vender que descubrir terapias buenas.
- -La mayor parte de los fármacos introducidos en el mercado durante los últimos lustros son los conocidos como «me too» (yo también). Remedios que frecuentemente reemplazan medicamentos exitosos. No aportan por lo general ninguna novedad terapéutica, están destinados a competir con los de otros laboratorios.
Hay quienes cifran en un 80% los medicamentos de este tipo que puede haber en el mercado por lo que la afirmación de que la industria farmacéutica es sobre todo investigación es un mito.
Pero observemos el gráfico. De entre los fármacos más vendidos que van a perder en los próximos años su patente está Lipitor, el más vendido del mundo.
Es un producto para combatir el colesterol; Seretide para el asma (muy cuestionado por haber matado de asma a un número indeterminado de personas -ver Traficantes de salud-); Diovan para la hipertensión; Nexium, un me too de Prilosec, de la misma casa, para el reflujo gastroesofágico; Zyprexa el antipsicótico más vendido en España al menos en 2001; Seroquel para el trastorno bipolar; Singulair para el asma; y Plavix para la trombosis.
CONCLUSIÓN
-La mitad de los ocho fármacos más vendidos (Lipitor, Zyprexa, Seroquel y Plavix) están destinados a factores de riesgo más que a enfermedades propiamente dichas. Es decir, no están destinados a curar sino a aliviar o «prevenir».
Todos ellos están relacionados con las enfermedades de la civilización o de la vida moderna en Occidente, no tanto a curar las enfermedades graves, las que más muertes producen en nuestra sociedad.
NOTA: El libro Traficantes de salud: Cómo nos venden medicamentos peligrosos y juegan con la enfermedad (Icaria, 2007) abunda en estos aspectos.
La salud que viene. Nuevas enfermedades y el marketing del miedo (Península, 2009), contiene un capítulo sobre las enfermedades inventadas por los laboratorios titulado El malestar confortable. La salud es un lema de palabras enfermas.
Este artículo fue publicado originalmente en el blog Periodismo Comprometido.