El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, afirmó este miércoles que en el futuro se debe de ir «reduciendo el papel del complemento a mínimos» de las pensiones.
En su intervención en una jornada organizada por Towers Watson, el ministro afirmó que este complemento «debe de ser, cada vez y progresivamente, un residuo del pasado».
Por esta razón, según recordó Gómez, la reforma del sistema de pensiones aprobada por el Congreso de los Diputados establece que las personas que accedan a la jubilación anticipada de forma voluntaria no podrán beneficiarse de estos complementos.
Los complementos a mínimos se utilizan para completar las prestaciones contributivas de los ciudadanos que no alcancen la cuantía mínima.
En este sentido, el ministro puso como ejemplo la situación de los trabajadores autónomos, que por primera vez podrán acceder a la jubilación anticipada.
Según Gómez, el 81% de los emprendedores cotiza por la base mínima, por lo que si se retiran anticipadamente, los coeficientes reductores harían necesarios los complementos a mínimos.
Por otro lado, el responsable de Trabajo se refirió a la posibilidad de invertir parte del Fondo de Reserva de la Seguridad Social en deuda pública de las comunidades autónomas y aseguró que «sería perfectamente posible».
No obstante, matizó que en la actualidad «no hemos analizado» esta posibilidad y, «mucho menos», qué porcentaje de la inversión se podría destinar a las autonomías.
Así, recordó que en la actualidad el Fondo de Reserva cuenta con 67.000 millones de euros, que producen una rentabilidad de cerca de 2.800 millones de euros anuales. También apuntó que en estos momentos cerca del 90% del fondo está invertido en deuda pública, de la que más del 80% es nacional.
Asimismo, agregó que «en este momento no conviene alterar demasiado la configuración de las inversiones», y defendió que «es mejor para el comportamiento de nuestra deuda mantener un porcentaje elevado de inversión del Fondo de Reserva».
«GRAN REFORMA CON ACUERDO»
Por otro lado, el ministro destacó que la reforma de las pensiones es «una de las pocas grandes reformas que se han adoptado con acuerdo», e insistió en que «no es fácil encontrar grandes acuerdos en materias fundamentales en épocas de crisis».
Por esta razón, aseguró que los ciudadanos deben tener la «tranquilidad» que da tener un sistema «que puede seguir garantizando durante mucho más tiempo las pensiones».
Según Gómez, la reforma garantizará la viabilidad del sistema «durante las próximas décadas», y permitirá que «pueda volver a situarse dentro de su sostenibilidad».
Sobre si supondrá una reducción de la cuantía de las prestaciones, Gómez recordó que la reforma del año 1985 recibió «críticas similares» y ahora la cuantía de las pensiones es «cuatro veces mayor».
La razón, es que el sistema «va incorporando el progreso de la sociedad», por lo que aseguró que dentro de unos años «tendremos que mantener al doble de pensionistas, 17 millones, con prestaciones que serán de media mucho mayores que las actuales». Por esta razón, aseguró que «no hay que preocuparse por esta cuestión».
