Se observó un particular incremento de los casos de tumores de mama en las mujeres y de tipo colorrectal en los varones
El estudio, resultado de una investigación dirigida desde la universidad israelí de Haifa, se titula Cancer Incidence in Israeli Jewish Survivors of World War II y lo publica la revista científica Journal of the National Cancer Institute (JNCI).
Los científicos tomaron los datos de 300.000 judíos nacidos en países europeos entre 1920 y 1945. Los dividieron entre aquellos que pudieron emigrar a Israel antes de la Segunda Guerra Mundial y aquéllos que no lo hicieron hasta terminado el conflicto, entre 1945 y 1989 (por lo que asumen que estuvieron expuestos al Holocausto bajo el dominio nazi).
Al cruzar sus datos con los registros poblacionales de cáncer, los investigadores observaron que los supervivientes del Holocausto tenían un mayor riesgo de cáncer que quienes pasaron en Israel los años del dominio nazi.
Se observó un particular incremento de los casos de tumores de mama en las mujeres y de tipo colorrectal en los varones. Además, entre quienes eran más jóvenes durante esta etapa (los nacidos entre 1940 y 1945) el peligro era incluso algo mayor.
Aunque el propio Keinan reconoce que hay que tomar estas conclusiones con cautela, hasta que puedan realizarse análisis más detallados, sí asegura que deben tenerse en cuenta los datos presentados para vigilar de cerca la salud de estos supervivientes.
Como apuntan estos investigadores y el autor de un editorial en la misma revista —Cancer Risk From Extreme Stressors: Lessons From European Jewish Survivors of World War II— (Stephen Hursting, de la Universidad de Austin, en Texas, EEUU), es difícil hacer un análisis de las causas que pueden explicar este aumento del riesgo de cáncer.
Hasta ahora numerosos estudios han apuntado que la restricción de calorías puede tener un efecto protector. Sin embargo, aclara Hursting, en el caso de los campos de concentración, la falta de alimentos rayaba en la desnutrición, lo que sumado al intenso estrés emocional, las penurias físicas y la exposición al frío y a posibles agentes infecciosos podría explicar este fenómeno.
«Teniendo en cuenta los ensayos en humanos y animales, los beneficios de reducir la cantidad de calorías contra la aparición de tumores pueden verse compensados por factores extremadamente estresantes»
Además, si estas circunstancias extremas se viven en los primeros años de la vida, pueden tener una influencia especialmente determinante en el futuro de la salud.