Un hombre desesperado necesita sexo para aliviarse. Podría llegar a violar a alguien
Setecientos hombres de seis países distintos han revelado sus sentimientos más auténticos como consumidores de prostitución. La organización Prostitution Research & Investigation, ubicada en San Francisco, ha llevado a cabo un estudio en el que han descubierto que muchos de los clientes se sienten mal después de mantener relaciones con una prostituta… pero no dejan de hacerlo, según han contado algunos de los entrevistados a The Guardian.
Los jóvenes aseguraban sentirse mal después de pagar por el sexo:
«No estoy satisfecho con ello»
«Me siento decepcionado, qué forma de malgastar el dinero»
Los factores que llevan a un hombre a convertirse en cliente asiduo son muy variados: desde experiencias traumáticas que llevan a una supuesta incapacidad para mantener una relación sentimental, como la búsqueda de una mujer dispuesta a entregarse al acto sexual sin miramientos.
Uno de los datos recogidos más impactantes es el hecho de que algunos hombres consideren que «necesitarían» violar si no tuvieran la opción de la prostitución:
«Un hombre desesperado necesita sexo para aliviarse. Podría llegar a violar a alguien»
«Los hombres pagan a las mujeres porque puede tener cualquier cosa que quieran. Hacen cosas que otras mujeres no aguantan»
Si quiere leer el informe completo pinche aquí.