Unos 2.000 millones de personas residentes en países empobrecidos, es decir, casi un tercio de la población mundial, no tienen acceso a medicamentos esenciales de calidad a precios asequibles para ellos, según evidencia Farmamundi, que constata también que los boticarios españoles muestran un conocimiento «mínimo» de esta realidad.
La ONG ha realizado un «estudio de percepciones» financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) con la intención de analizar el grado de conocimiento que tiene en España el sector del medicamento del problema de acceso a fármacos esenciales en los países del tercer mundo.
Realizado a lo largo de año y medio en varios puntos de España mediante más de 1.200 entrevistas a boticarios, estudiantes de farmacia, representantes de administraciones públicas relacionadas con la salud, industria farmacéutica y ONG, el estudio pone de manifiesto que los futuros farmacéuticos y los que ya lo son conocen sólo «mínimamente» el problema de falta de medicamentos en el tercer mundo.
Así, el informe, presentado este viernes en Madrid, revela, entre otros aspectos, que el 37% de los farmacéuticos que participaron en el estudio no respondieron o no lo hicieron de forma adecuada a la pregunta de qué son las enfermedades olvidadas.
Igualmente, uno de cada cuatro encuestados no aceptó como verdadero que el 20% de la población consume el 80% de los medicamentos».
En la misma línea van las respuestas dadas por los estudiantes de farmacia, que, según Farmamundi, son menos conocedores incluso de la situación que los boticarios ya formados.
Un ejemplo de esto es el hecho de que casi un 65% de los alumnos no identifican como verdadera la siguiente frase: «Gracias a los medicamentos genéricos, los tratamientos contra el sida han pasado de tener un precio de 10.000 dólares al año en 2000, a 130 dólares en la actualidad».
Según indicó en la rueda de prensa José Luis Daroqui, presidente de Farmamundi, Farmaindustria y la Asociación Española de Genéricos mostraron gran voluntad de acercamiento a las políticas de mejora al acceso de medicamentos esenciales en los países empobrecidos, «a pesar de la obvia distancia de sus posiciones respecto a las que defienden las ONG».
