Existe una "importante" relación causal entre el riesgo de sufrir melanoma y el hecho de haber sufrido quemaduras solares antes de los 18 años
Exponer al sol a niños menores de tres años tiene una contraindicación formal por parte de la Unión Europea, que recomienda que así sea advertido en las etiquetas de los fotoprotectores, tal y como señala la dermatóloga de Hospital Quirón San José de Madrid, la doctora Isabel Aldanondo.
De esta forma, y con motivo de las vacaciones de verano que muchas familias están disfrutando estos días, la experta expone que la radiación ultravioleta es «especialmente perniciosa en la piel joven». De hecho, sostiene que existe una «importante» relación causal entre el riesgo de sufrir melanoma y el hecho de haber sufrido quemaduras solares antes de los 18 años.
HORAS MÁS PELIGROSAS
Por ello, Aldanondo recomienda que los niños y jóvenes no se expongan nunca entre las 12.00 y las 16.00 horas, «ni siquiera con filtro solar». Además, indica que, fuera de estas horas centrales, los menores de edad deben usar un filtro solar 50+, el cual «proteja de los rayos UVA al menos una tercera parte de lo que protege del UVB».
A todo ello, la dermatóloga del Grupo Quirón une el hecho de que es necesario que los niños utilicen sombrero de ala ancha para la cabeza y gafas de sol, así como prendas de ropa de protección, «sobre todo si van a bañarse».
En relación a la «importante» elección del fotoprotector, el jefe de Dermatología de Quirón Málaga, el doctor Javier Romero, expone que cada persona posee una piel distinta «con una capacidad diferente de producir melanina». Por ello, se clasifica la piel «en fototipos», explica.
«En función del fototipo, cada persona tiene una dosis de radiación límite, a partir de la cual sufre una quemadura solar distinta», continúa el especialista, que añade que existen otros factores para elegir un factor de protección u otro, siendo éstos «la fecha del año, la latitud, la altitud, la existencia de un bronceado previo, la nubosidad o la polución».
LA PIEL ES EL ÓRGANO MÁS VULNERABLE
Otra experta que aporta su experiencia en este área es la dermatóloga de Hospital Quirón Costa Adeje de Canarias, la doctora Marina Rodríguez, que indica que la piel «es el mayor órgano del cuerpo y protege del exterior al tiempo que conecta con él». Sin embargo, afirma que éste es el más expuesto a las inclemencias «y, en ciertos aspectos, el más vulnerable».
Retornando a la fotoprotección, los dermatólogos señalan que para elegir el producto idóneo hay que tener en cuenta el tipo de piel, ya que para las pieles grasas, «lo mejor es usar protectores libres de aceites en forma de geles o emulsiones ligeras». Por contra, las secas precisan de «productos enriquecidos y que resulten hidratantes», manifiestan.
De cualquier forma, todos ellos deben ser «de alto espectro», los cuales «han de cubrir tanto los rayos UVA como los UVB, explican al tiempo que subrayan la importancia de que los cuidados se prolonguen «el resto del año». Todo ello debido a que la exposición crónica a la radiación solar puede producir «queratosis actínica, un precáncer cutáneo, y los carcinomas basocelular y espinocelular», exponen.
Por último, y ante el hecho de que ya se haya producido la quemadura, sostienen que lo primero es hidratar la piel, por lo que la medida acertada es «reducir la temperatura corporal en un ambiente fresco e ingerir líquidos abundantes». Tras ello debe valorarse la gravedad, ya que si afecta a una superficie importante del cuerpo o existe formación de ampollas, «lo mejor es acudir a un centro médico», concluyen.