El porcentaje de grasa corporal en el cuerpo humano varía según la edad, el género y la genética individual.
No existe un «porcentaje correcto» único para todos, pero si ‘rangos‘.
Para los adultos, en general, se consideran rangos saludables de grasa corporal:
- Para los hombres: El rango de grasa corporal saludable suele oscilar entre el 10% y el 20% de su peso corporal total. Un porcentaje de grasa corporal por debajo del 5% a menudo se considera insuficiente y puede ser peligroso para la salud.
- Para las mujeres: El rango de grasa corporal saludable tiende a ser un poco más alto, generalmente entre el 18% y el 28% de su peso corporal total. Al igual que en los hombres, un porcentaje de grasa corporal extremadamente bajo puede ser perjudicial para la salud.
Es importante tener en cuenta que, además del porcentaje de grasa corporal, otros factores, como la composición muscular, la densidad ósea y la distribución de la grasa corporal, también son relevantes para la salud general.
Si deseas reducir tu porcentaje de grasa corporal, es fundamental enfocarse en una combinación de dieta y ejercicio:
- Dieta equilibrada: Mantén una dieta que incluya una variedad de alimentos saludables, como frutas, verduras, proteínas magras, granos enteros y grasas saludables. Controlar las porciones y reducir el consumo de calorías en exceso es importante para perder grasa.
- Control de las porciones: Evita comer en exceso y presta atención a las porciones de alimentos que consumes. Utiliza platos más pequeños y presta atención a las señales de hambre y saciedad.
- Ejercicio regular: Incorpora actividad física regular en tu rutina. Combinar ejercicios de resistencia (para aumentar la masa muscular) con ejercicios cardiovasculares (para quemar calorías) es efectivo para la pérdida de grasa.
- Hidratación: Bebe suficiente agua, ya que la hidratación adecuada es importante para el metabolismo y la pérdida de grasa.
- Descanso adecuado: El sueño adecuado es esencial para el equilibrio hormonal y la recuperación muscular. Trata de dormir de 7 a 9 horas por noche.
- Gestión del estrés: El estrés crónico puede contribuir al aumento de peso. Practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación o el yoga, puede ser útil.
SIN DIETAS NI EJERCICIO
Un equipo de científicos estadounidenses, según afirma ‘ScienceNews‘, ha llevado a cabo un estudio que sugiere que la estimulación repetida de los órganos relacionados con el sentido del equilibrio puede causar una reducción de la grasa corporal en los seres humanos.
Los investigadores afirman que la estimulación eléctrica del nervio vestibular con dos electrodos colocados detrás de las orejas es una técnica eficaz con la que se consigue que el nervio envíe señales al hipotálamo para que el cuerpo queme la grasa en lugar de almacenarla.
Un estudio previo con ratones llevó a los científicos a realizar esta técnica con 6 personas con problemas de sobrepeso.
Tras varios meses de tratamiento, los investigadores midieron la grasa corporal de los participantes del grupo experimental y hallaron que, a pesar de no haber cambiado su actividad física ni su dieta, perdieron un 8% de grasa corporal.
Ahora han creado una empresa que cuenta con estas tecnologías con el objetivo de empezar a aplicarla de forma más intensiva.
