En el documental "The trouble with dad" David Baddiel quiere mostrar que la demencia no es siempre como la gente se la imagina

Enfermedad de Pick; la demencia de las groserías y las conductas sexuales inapropiadas

No es fácil encontrar trabajadores que quieran cuidar de los enfermos de Pick, dicen los parientes

Cuando Colin empezó a desplegar un comportamiento sexual inapropiado hacia su propia nieta, su hijo, el cómico británico David Baddiel, tuvo que tomar la dura decisión de evitar que los niños visitaran al único abuelo que les queda vivo.

De eso hace ya un año.

«Con eso sí que no podíamos lidiar», admite.

Esa conducta no era nada personal, sino uno de los síntomas de la extraña forma de demencia frontotemporal que padece Colin: la enfermedad de Pick.

El comportamiento inapropiado es «hacia cualquiera y hacia cualquier mujer, en realidad», le dijo a la BBC.

«Es una pena porque a mis hijos solo les queda un abuelo, y queríamos que tuvieran una buena impresión de él», admite.

Una demencia rara

Uno de los motivos por los que Baddiel decidió invitar a las cámaras a seguir el día a día de la vida con su padre, Colin, durante un año fue para mostrar que la demencia no es siempre como la gente se la imagina.

El resultado es un retrato tan íntimo como brutal de lo que es vivir con la extraña enfermedad de Pick, bajo el documental titulado «El problema con papá» (en inglés, The trouble with dad).

No es posible reproducir aquí las conversaciones entre David y su padre que aparecen en el filme porque están repletas de insultos demasiado subidos de tono.

Alteración del carácter

Los síntomas más tempranos de la enfermedad de Pick suelen manifestarse a través de cambios progresivos en la personalidad. Este rasgo puede ayudar a los médicos a diferenciar la enfermedad de otras como el Alzheimer, que suele presentar pérdida de memoria.

Paulatinamente el paciente con enfermedad de Pick pierde la capacidad de asumir las convenciones sociales de comportamiento: la agresividad, los cambios de humor, la apatía y la impaciencia son síntomas habituales.

Además, los pacientes pueden empezar a insultar y usar un lenguaje soez o desarrollar un comportamiento sexual fuera de lugar.

Con el tiempo, los enfermos de Pick tienden a aislarse de cualquier interacción social, pueden dejar de hablar y perder la memoria.

En efecto, hace un año, cuando empezaron a grabar el documental, Colin estaba en el momento más activo de la enfermedad.

«Ahora está mucho más tranquilo», dice su hijo.

 

 

Difíciles de cuidar

Según explican los familiares de enfermos de Pick en el documental, se trata de un tipo de demencia que hace que los pacientes sean difíciles de cuidar.

Muchos parientes se sienten avergonzados ante el comportamiento de los enfermos en público.

Pueden escupir, acosar a las mujeres, enfadarse y ponerse agresivos, comenta la hija de un enfermo, que reconoce que al principio de la enfermedad eran reticentes a salir de casa con su padre.

Además, apunta, no es fácil encontrar a trabajadores que quieran cuidarlo, porque la gente no quiere pasar por ese bochorno.

«La enfermedad cambia constantemente. A veces voy a visitarlo y me agrede verbalmente todo el tiempo, a mí o a otra persona que esté presente», le dijo David Baddiel a la BBC.

«Otras veces está muy callado y aislado. Y lo triste es que una parte de mi definitivamente prefiere el abuso», confiesa el cómico.

«Mi mayor miedo es que se apague», añadió.

Sin cura

La demencia frontotemporal tiende a afectar principalmente a los lóbulos frontal y temporal (lateral) del cerebro, que son las partes responsables del lenguaje, de la capacidad de planificar y organizar y de controlar el comportamiento.

Este tipo suele empezar a una edad un tanto más temprana que otras clases de demencia, y en la mayoría de los casos, según datos del sistema de salud pública británica, el NHS, se suele diagnosticar en pacientes entre los 50 y los 65 años.

No se sabe por qué se desarrolla la demencia frontotemporal, pero hay cierto vínculo genético: el 40% de los enfermos tienen un historial familiar de la condición.

Actualmente no existe cura ni medicación para frenar su progreso, pero sí hay tratamientos y terapias para ayudar a reducir algunos de los síntomas.

Los antidepresivos, por ejemplo, pueden ayudar a controlar parte de los problemas de comportamiento.

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