La fe (del latín fides) es la seguridad o confianza en una persona, cosa, deidad, opinión, doctrinas o enseñanzas de una religión. También puede definirse como la creencia que no está sustentada en pruebas, además de la seguridad, según wp, producto en algún grado de una promesa.La «fe religiosa» tiene una serie de puntos comunes en casi todas las religiones existentes, y también desencuentros. La fe la define el diccionario de la RAE como: Conjunto de creencias de una religión, conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas, creencia que se da a algo por la autoridad de quien lo dice o por la fama pública.
Un nuevo estudio a nivel nacional sobre necrológicas ha encontrado que las personas con afiliaciones religiosas vivieron casi cuatro años más que aquellos sin vínculos con la religión. Ese impulso de cuatro años, que se encuentra en un análisis de más de 1.000 necrológicas de todo Estados Unidos, se calculó después de tener en cuenta el sexo y el estado civil de los fallecidos, dos factores que tienen fuertes efectos en la esperanza de vida, según diariolasamericas.
El impulso fue ligeramente mayor (6,48 años) en un estudio más pequeño de obituarios publicados en un periódico de ‘Des Moines’, de Iowa, Estados Unidos. «La afiliación religiosa tuvo un efecto casi tan fuerte sobre la longevidad como el género, que es una cuestión de años de vida», afirma la autora principal del estudio, Laura Wallace, estudiante de doctorado en Psicología en la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos.
Los investigadores, cuyo trabajo se publica en la edición digital de ‘Social Psychological and Personality Science’, descubrieron que parte de la razón del aumento en la longevidad proviene del hecho de que muchas personas afiliadas religiosamente también se ofrecieron como voluntarias y pertenecieron a organizaciones sociales, lo que la investigación previa ha relacionado con vivir más tiempo.
«El estudio proporciona evidencia persuasiva de que existe una relación entre la participación religiosa y cuánto tiempo vive una persona», afirma el coautor Baldwin Way, profesor asociado de Psicología en el Estado de Ohio. Además, el estudio mostró cómo los efectos de la religión en la longevidad podrían depender en parte de la personalidad y la religiosidad promedio de las ciudades donde vive la gente, apunta Way.
El primer estudio incluyó 505 obituarios publicados en el Registro de Des Moines en enero y febrero de 2012. Además de señalar la edad y la afiliación religiosa de los fallecidos, los científicos también documentaron el sexo, el estado civil y la cantidad de actividades sociales y voluntarias enumeradas. Los resultados mostraron que aquellos cuyos obituarios enumeraban una afiliación religiosa vivían 9,45 años más que aquellos que no la tenían. La brecha se redujo a 6,48 años después de tener en cuenta el sexo y el estado civil.
El segundo estudio incluyó 1.096 obituarios de 42 ciudades principales de Estados Unidos publicados en sitios web de periódicos entre agosto de 2010 y agosto de 2011. En este análisis, las personas cuyos obituarios mencionaron una afiliación religiosa vivieron un promedio de 5,64 años más que aquellos cuyos obituarios no lo contemplaban, una diferencia que se redujo a 3,82 años después de considerar el sexo y el estado civil.
Muchos estudios han demostrado que las personas que son voluntarias y participan en grupos sociales tienden a vivir más que otras. Entonces, los científicos combinaron los datos de ambos estudios para ver si las oportunidades de voluntariado y sociales que ofrecen los grupos religiosos podrían explicar el impulso de la longevidad.
VÍDEO DESTACADO: Edición genética y regeneración celular