El Astyanax mexicanus

Este pequeño pez podría ser la clave para salvar al corazón humano

Vive en ríos, muestra un bello colorido y puede curar su propio corazón

El corazón es responsable de mantener la circulación de la sangre, lo que es esencial para la supervivencia del cuerpo humano.

Es un órgano muscular que se encuentra en el centro del pecho, y su función principal es bombear sangre a través de los vasos sanguíneos hacia todo el cuerpo.

La sangre transporta nutrientes y oxígeno a las células y órganos del cuerpo y elimina los desechos y el dióxido de carbono.

El corazón también regula la presión arterial y la circulación sanguínea, y es esencial para el sistema inmunológico, ya que transporta glóbulos blancos y anticuerpos que ayudan a combatir infecciones y enfermedades.

EL PEZ SALVADOR

Científicos de la Universidad de Oxford han sometido a investigación un pez mexicano capaz de regenerar su propio corazón y descubrieron que el gen que hace posibe esa extraordinaria capacidad está también presente en los humanos.

Los resultados del estudio, publicado en la revista Cell Reports, aportan esperanzas para lograr cambios positivos en la vida de los pacientes que han sufrido ataques cardíacos, aseguran los investigadores.

Para llegar a esta conclusión, el equipo de científicos -liderado por la profesora Mathilda Mommersteeg– estudió dos tipos de tetra peces mexicanos.

El Astyanax mexicanus, que vive en ríos y muestra un bello colorido, puede curar su propio corazón, mientras que la segunda subespecie, que puebla las aguas de la cueva de Pachón y es conocida como el ‘tetra ciego’, no solo ha perdido su color y su visión, características que no le sirven en la oscuridad de la cueva, sino que ya no tiene la capacidad de regenerar el tejido del corazón.

En el estudio, los investigadores compararon los perfiles genéticos de los dos tipos de tetra peces e identificaron tres áreas en sus genomas que son relevantes para la capacidad de regenerar el tejido cardíaco dañado.

Luego, tras comparar asimismo el comportamiento de estos genes en el tetra de río y en el tetra ciego después del daño cardíaco, los científicos encontraron que sólo en los primeros había aumentado la actividad de dos genes, el lrrc10 (presente también en los humanos) y la caveolina.

Investigaciones anteriores en ratones, por su parte, también han demostrado que el lrrc10 está relacionado con una afección cardíaca llamada cardiomiopatía dilatada, en la cual el corazón se agranda excesivamente y ya no puede bombear la sangre correctamente.

Los resultados de estudios posteriores han sugerido que el lrrc10 desempeña un papel clave en la contracción y expansión de las células del corazón.

Para confirmar que este gen también está involucrado en la regeneración del tejido cardíaco dañado, los investigadores del nuevo estudio recurrieron al pez cebra, otra especie de agua dulce que, al igual que el pez tetra, también tiene la capacidad de regenerar el tejido del corazón si es necesario. Los científicos bloquearon la expresión del gen lrrc10 en peces cebra, con lo que se volvieron incapaces de reparar efectivamente el daño cardíaco.

En el futuro, el equipo de investigación espera aprender más sobre los mecanismos de la capacidad de recuperación de dicho tejido y usar ese conocimiento en personas que enfrentan problemas con este órgano, tales como la insuficiencia cardíaca.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído