Frotarse las manos con desinfectantes a base de etanol debería proporcionar una defensa formidable contra la infección por virus de la gripe, que puede prosperar y propagarse en la saliva y la mucosidad. Pero los hallazgos publicados esta semana en mSphere desafían esa noción y sugieren que hay margen para mejorar este enfoque de la higiene de manos, según recoge sciencedaily y comparte Paula Dumas para Periodista Digital.
El virus de la influenza A (IAV) sigue siendo infeccioso en el moco húmedo de los pacientes infectados, incluso después de haber estado expuesto a un desinfectante a base de etanol (EBD) durante dos minutos completos, informan investigadores de la Universidad de Medicina Profectural de Kyoto, en Japón. Descubrieron que la desactivación completa del virus requería casi cuatro minutos de exposición al EBD.
El estudio sugiere que un poco de desinfectante para manos, aplicado rápidamente, no es suficiente para detener el IAV. Los proveedores de atención médica deben ser particularmente cautelosos: si no inactivan adecuadamente el virus entre pacientes, podrían permitir su propagación, dijo Hirose.
Estudios anteriores han sugerido que los desinfectantes a base de etanol, o EBD, son efectivos contra IAV. El nuevo trabajo desafía esas conclusiones. Hirose sospecha que sabe por qué: la mayoría de los estudios sobre EBD prueban los desinfectantes en el moco que ya se ha secado. Cuando él y sus colegas repitieron sus experimentos con moco completamente seco, descubrieron que frotar las manos inactivó el virus en 30 segundos. Además, la prueba de la punta de los dedos utilizada por Hirose y sus colegas puede no replicar exactamente los efectos del frotamiento de las manos, que a través de la convección podría ser más eficaz para propagar la EBD.
Para la prevención de la gripe, tanto los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades como la Organización Mundial de la Salud recomiendan prácticas de higiene de manos que incluyen el uso de EBD durante 15-30 segundos. Eso no es suficiente para evitar la transmisión de IAV, dijo Hirose.
El estudio no fue solo una mala noticia: los investigadores identificaron una estrategia de higiene de manos que funciona, también aprobada por la OMS y los CDC. Es simple: lavarse las manos, no solo frotarlas. Descubrieron que lavarse las manos con un jabón antiséptico desactivaba el virus en 30 segundos, independientemente de si la mucosidad permanecía húmeda o se había secado.
