Los tipos de extremidades protésicas disponibles para los amputados de piernas están lejos de ser perfectos. Vienen con un riesgo de caída, disminución de la movilidad y no se sienten como una verdadera extensión de la pierna. Estos factores, junto con la carga mental que los acompaña, hacen que muchas personas abandonen sus prótesis por completo. Pero una nueva creación podría cambiar eso, según recoge iflscience y comparte Paula Dumas para Periodista Digital.
Al informar sus hallazgos en Science Translational Medicine, los investigadores han probado una nueva prótesis en tres amputados por encima de la rodilla. Apodado una neuroprótesis, el dispositivo estimula los nervios en la pierna, lo que a su vez ayuda al usuario a sentir cuando se toca la rodilla o el pie. Esto permite una mejor detección de objetos que pueden hacer que se tropiece y crea la sensación de que la prótesis es realmente una parte del cuerpo. Las prótesis disponibles actualmente dependen solo de la sensación donde la extremidad artificial se encuentra con el cuerpo.
El nuevo dispositivo está construido sobre una prótesis de pierna inferior disponible en el mercado, pero ha agregado sensores en la rodilla y la planta del pie que crean las sensaciones de equilibrio y presión, que luego pueden transferirse a los nervios a través de pequeños electrodos implantados quirúrgicamente en la pierna. Primero se probó en dos amputados que descubrieron que les permitía caminar mucho más fácilmente y reducían el dolor de la extremidad fantasma. Este estudio de prueba de concepto fue publicado en Nature Medicine el mes pasado.
En el estudio más reciente, tres participantes probaron la prótesis y se volvieron más expertos en actividades como subir escaleras y navegar una carrera de obstáculos cuando estaban equipados con su nueva extremidad. Mientras tanto, fueron mejores para determinar cuándo se tocaba su pierna artificial, incluso con los ojos vendados y sordos con tapones para los oídos.
Además de estas mejoras físicas, a los amputados también les fue mejor psicológicamente. Sentían un mayor sentido de propiedad de su prótesis, ya que se sentía más como una parte de su cuerpo, y estaban menos preocupados por su pierna cuando participaban en actividades.
En general, los participantes fueron más ágiles, móviles y menos propensos a caerse cuando encontraron un objeto que no habían visto con sus ojos. Podían subir escaleras casi un tercio más rápido de lo que lo harían de otra manera y estaban más relajados cuando usaban su prótesis.
«Este trabajo allana el camino para futuras investigaciones sobre cómo el cerebro interpreta las diferentes estrategias de retroalimentación artificial y para el desarrollo de neuroprótesis de piernas potenciadas sensorialmente completamente implantables, que podrían mejorar drásticamente la calidad de vida en personas con discapacidad», escriben los investigadores.
Los últimos años han visto avances increíbles cuando se trata de prótesis. En 2016, los investigadores informaron que la primera prótesis se conectó directamente con los músculos, los nervios y los huesos, lo que permitió a un amputado de brazo operar maquinaria pesada y manipular un óvulo sin romperlo. A principios de este año, los científicos lograron conectar una mano protésica directamente a los nervios de una mujer, dándole movimiento y sentido del tacto. Si este tipo de tecnología puede algún día estar disponible comercialmente, podría tener un impacto tangible que cambiará la vida de una gran cantidad de personas.
