Publicado en la edición de septiembre-octubre del Journal of Pediatric Nursing, el estudio es uno de los pocos que examina la percepción que tienen los adolescentes de los cigarrillos electrónicos y dónde estos jóvenes reciben información sobre los productos, según recoge sciencenews y comparte Paula Dumas para Periodista Digital.
El consumo de cigarrillos electrónicos ha explotado en los últimos años, pasando de menos del 2% de los estudiantes de secundaria y secundaria en 2011 a más del 27% en 2018, convirtiéndose en el producto de tabaco más utilizado entre los adolescentes, según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC)
A raíz de las recientes enfermedades y muertes relacionadas con el vapeo, las percepciones de los adolescentes sobre los productos son cruciales para guiar el desarrollo de las intervenciones, dice Eunhee Park, PhD, investigador principal y profesor asistente en la Escuela de Enfermería de la UB.
«El uso de cigarrillos electrónicos es un problema de salud emergente», dijo Park. «Dado este rápido aumento en el uso de cigarrillos electrónicos entre los adolescentes que se encuentran en una etapa de desarrollo sensible en sus vidas, se ha expresado una gran preocupación por las implicaciones para su salud ahora y en el futuro».
La percepción potencia la toma de decisiones para los adolescentes.
Los investigadores de la UB entrevistaron a usuarios adolescentes y no usuarios de cigarrillos electrónicos en el área occidental de Nueva York para conocer sus actitudes hacia el vapeo. Único en esta población es que, si bien muchos adultos recurren al vapeo para ayudarlos a dejar de fumar cigarrillos convencionales, la mayoría de los adolescentes nunca ha fumado cigarrillos, dice Park.
En comparación con otras sustancias ilícitas, los participantes generalmente tenían una visión más positiva de los cigarrillos electrónicos y reconocían la popularidad y la aceptación del vapeo entre sus pares.
Sin embargo, donde sus percepciones diferían es que los participantes que fumaban cigarrillos electrónicos veían los cigarrillos electrónicos como seguros, mientras que los no usuarios consideraban que el producto era menos dañino que los cigarrillos, pero aún así peligroso y adictivo.
Aunque los daños asociados con los cigarrillos eran bien conocidos entre los adolescentes, la mayoría de los participantes tenían una comprensión vaga de los peligros potenciales del uso de cigarrillos electrónicos.
La variedad de sabores disponibles para los cigarrillos electrónicos fue una característica atractiva para los participantes que vaporizaron, ya que generalmente no les gustaba el sabor de los cigarrillos. Los no usuarios fueron los únicos participantes que vieron los cigarrillos electrónicos como una puerta de entrada a otras drogas y conductas de riesgo.
«El hecho de que los no usuarios estuvieran particularmente preocupados por los efectos de puerta de enlace podría usarse en programas de prevención para evitar que comiencen a usar cigarrillos electrónicos», dijo Park. «Sin embargo, una vez que los adolescentes hayan usado los cigarrillos electrónicos, las características agradables y atractivas, como los sabores, pueden ser los aspectos más importantes que deben abordarse en las intervenciones».
Los participantes mencionaron a sus familiares, anuncios, pares, Internet y sitios de redes sociales como Instagram como fuentes de información sobre cigarrillos electrónicos.
