La palabra afta procede del término griego aphtay y significa quemadura. Es una lesión vesiculosa con fondo eritematoso, elevada y localizada en el epitelio. Las aftas pueden aparecer en la mucosa oral, en la lengua, en la cara interna de las mejillas y labios y en los frenillos, según recoge cd y comparte Paula Dumas para Periodista Digital.
Las aftas son más prevalentes en las mujeres que en los hombres debido a causas hormonales, pero ¿por qué aparecen? “La etiología aún sigue siendo desconocida y controvertida. Hay consenso en que se le atribuye una causa multifactorial. Por un lado, una posible base genética e historia familiar y, por otro, unos factores predisponentes como el trauma, el estrés, la actuación de virus o bacterias, deficiencias vitamínicas, factores inmunológicos, determinados alimentos, desequilibrio hormonal y tabaco”, explica a CuídatePlus Bruno Baracco, experto en Odontología Estética, profesor de la Universidad Europea de Madrid y vocal del Colegio de Odontólogos de Madrid (COEM).
Sobre el alcohol y el tabaco
“Antiguamente, se utilizaba el alcohol para tratar las aftas. En la actualidad, está totalmente desaconsejado ya que, al aplicarlo, se quema la lesión, dejando de doler porque destruyen las terminaciones nerviosas y el resto de tejido, pero aumenta el riesgo de sobreinfección”, advierte Baracco.
Sobre si el tabaco influye en la aparición de aftas o las empeora, hay controversia entre autores. El experto en Ondontología comenta que “algunos defienden que el tabaco puede ser factor predisponente de aftas y otros, que la incidencia de aftas es menor en fumadores debido a la hiperqueratinización que produce el tabaco. Aun así, no es justificación para no dejar de fumar. El tabaco tiene consecuencias nocivas muy importantes sobre la salud oral”.
