¿Qué es mejor después de comer, la siesta o un paseo?

¿Qué es mejor después de comer, la siesta o un paseo?
Siesta YT

os que critican la siesta demuestran que desconocen la fisiología humana. Los horarios impuestos por la actividad industrial y laboral han modificado el horario natural y hacen que no sea posible dormir a mediodía en caso de horarios laborales continuos”, explica Pareja.

En lo que concierne al tiempo necesario para obtener esos beneficios, el especialista indica que también dependerá de cada persona, si bien señala que con una hora sería suficiente. “Algunas personas se sienten muy descansadas tras una siesta de 20 minutos y otras la prolongan hasta dos horas”, añade.

¿Y qué ocurre si dormimos más de lo necesario? Por un lado, si es muy prolongada, puede llegar a dificultar la conciliación del sueño por la noche. Por otro, puede producirse un efecto paradójico que algunas personas refieren como encontrarse peor que si no hubieran dormido la siesta, según recoge cd y comparte Paula Dumas para Periodista Digital.

Pero ¿cuándo sería recomendable calzarnos las zapatillas y ponernos en ruta? “¿Después de comer? ¿Por qué no? Sería un recurso. Aunque quizá en esta época del año no sería el mejor momento para que vayamos a dar un paseo”, confirma Romaguera. “Yo iría temprano, después de desayunar, o antes de que oscurezca. Después de comer, en verano, sería mucho más recomendable la siesta tras una comida ligera y con bastante líquido para estar bien hidratados”, aconseja.

Otro punto en el que incide la portavoz de Semfyc es en que el paseo es una actividad asequible para toda la población que se puede hacer sin grandes preparativos: no requiere chándal, solo ir con un calzado cómodo. Además, si la actividad dura media hora, la hidratación se cubriría con agua, no hace falta suplementar con bebidas isotónicas.

“Tendrá muchos beneficios para la salud, tanto para el aparato locomotor (por la artrosis), como por la prevención de la osteoporosis y la salud cardiovascular: hay menos infartos, embolias, anginas de pecho, se controla la tensión, los niveles de colesterol, y también podemos prescindir o reducir mucha medicación que también tiene efectos secundarios”, enumera Romaguera.

Estos beneficios también se trasladan a la salud mental. “Vivimos en una sociedad en la que hay mucho estrés, depresión, ansiedad y soledad. La actividad física mejora estas situaciones  porque al practicar deporte segreguemos endorfinas”, añade.

Sin embargo, la experta señala que el ejercicio físico es una inversión a largo plazo que se tiene que realizar de forma regular y continuada. “No vale el domingo hacer media maratón y después estar una semana con agujetas”.

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