EL HOMBRE Y LA CAMA

¡Alerta!: el edredón nórdico de plumas es tan confortable como peligroso

¡Alerta!: el edredón nórdico de plumas es tan confortable como peligroso
Una chica durmiendo con el edredón nórdico de plumas. PD

La llegada del invierno trae consigo una bajada de temperaturas que hace que renovemos el vestuario, y cómo no, la ropa de cama.

¿Quién no quiere acurrucarse bajo un edredón gigante mientras fuera hace frío? Ese nórdico que ha estado esperando todo el año para que durante unos meses te sirva de refugio puede ser, según los expertos, un riesgo.

Un grupo de médicos del Hospital Victoria de Kirkcaldy  y del Aberdeen Royal Infirmary, en Escocia, ha publicado un estudio en BMJ Case Reports sobre el caso de un paciente que desarrolló una enfermedad pulmonar a raíz de las plumas naturales de su edredón.

A esta peculiar afección la han llamado «pulmón de edredón de plumas» y consiste en una inflamación de los pulmones a causa de la inhalación del polvo de las plumas de la ropa de cama.

The Guardian señala que es una forma de neumonitis por hipersensibilidad debido a una respuesta inmune. Entre los síntomas se incluyen sudores nocturnos, tos seca, y dificultades respiratorias.

Una exposición prolongada podría causar cicatrices pulmonares irreversibles, por lo que este grupo de expertos ha pedido a los médicos de atención primaria que estén alerta sobre todo en casos en los que el paciente tiene problemas respiratorios sin causa aparente.

«A los profesionales de la salud generalmente se les enseña a preguntar a los pacientes con síntomas respiratorios si tienen mascotas en casa, como pájaros, pero según la experiencia de los autores (estudios anteriores), el reconocimiento del paciente no suele ‘extenderse’ a preguntar sobre la exposición de plumas en edredones y almohadas», han recalcado en el estudio. «Esta es una omisión importante ya que el uso de ropa de cama de plumas (naturales), en lugar de sintética, es común».

El médico especialista Owen Dempsey, que ha participado como investigador, cuenta el caso del paciente de 43 años, varón, no fumador, que fue a su médico de cabecera por problemas de este tipo: disnea, fatiga y malestar. Al principio sus síntomas fueron atribuidos a una infección en el tracto respiratorio inferior, pero después de una breve mejoría, volvió a empeorar.

Los resultados de su análisis de sangre eran normales, por lo que para conseguir un diagnóstico adecuado le realizaron una radiografía del tórax. Preocupado por los resultados del negativo, el médico descubrió que el hombre había cambiado de ropa de cama sintética a una de plumas recientemente.

Se le aconsejó que abandonara el edredón, revisara su chimenea y altillo en busca de pájaros, y se asegurara de que el moho de la casa fuera tratado. Un mes después el paciente mostró una mejoría clara, y con su posterior tratamiento con esteroides, a los 6 meses se encontraba perfectamente.

Si bien esta neumonitis parece ser poco común, pues en el estudio solo se presenta un caso de «pulmón de edredón de plumas», muchos otros casos podrían estar pasando desapercibidos. «Sospecho que es la punta de un iceberg», ha dicho Dempsey para The Guardian. «Creo que hay muchas exposiciones por ahí de las que no somos conscientes, y solo porque no somos conscientes de ellas se ignoran».

Leer más: Cuánto tiempo debería durar la gripe y cuándo debes ver a un médico
Esta afección, dicen los investigadores, es un subgrupo raro del «pulmón del aficionado a las aves», en sí mismo, una forma de neumonitis por hipersensibilidad, que es causada por la exposición a plumas y excrementos.

The Guardian destaca también otras formas de neumonitis por hipersensibilidad, que incluyen “pulmón de granjero”, “ pulmón de gaitero ”, “pulmón de cortador de paprika (pimentón)” e incluso “pulmón de manipulador de momias”. Esto refleja la amplia gama de actividades que se han relacionado con la respiración de sustancias que pueden causar una inflamación pulmonar grave.

Ya en 2013 un estudio realizado por investigadores del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona señalaba las posibles consecuencias respiratorias de una exposición prolongada a este tipo de edredones y almohadas. Consecuencias que podrían derivar de una neumonitis por hipersensibilidad a una fibrosis pulmonar, donde los pulmones pierden su elasticidad.

Desde la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) apuntan que no creen que existan motivos suficientes para desaconsejar el uso de edredones o almohadas de pluma. «Si llevas toda la vida utilizando estos productos sin preocuparte, no debes hacerlo ahora».

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído