La glicerina es un componente que, a pesar de su antigüedad pues ya la empleaban los fenicios, no cesa de sorprendernos por sus grandes beneficios sobre la piel. En este sentido, recientemente unos investigadores de la Universidad de Augusta, en Georgia (EE.UU.) han descubierto que la glicerina podría ser eficaz para combatir una enfermedad de la piel como la psoriasis.
Al parecer, el glicerol calma las escamas, el enrojecimiento y la picazón característica de la psoriasis, pues regula la función de los queratinocitos. Además, a diferencia de otros tratamientos empleados para tratar esta afección cutánea que resultan muy costosos económicamente y no exentos de posibles perjuicios a largo plazo, el único efecto secundario observado por el uso de la glicerina es que puede dejar la piel con una sensación ligeramente pegajosa.
Conviene recordar que la psoriasis es una afección crónica de la piel que no tiene cura. La enfermedad cursa con manchas rojas y escamosas que pican, sobre todo en las rodillas, los codos, el tronco, así como el cuero cabelludo. Los investigadores han hallado que tanto de forma tópica o bebiéndola en agua potable, esta sustancia calma la piel afectada por esta enfermedad.
Por lo tanto, la glicerina, un producto que ya de por sí nos ofrece múltiples beneficios dermatológicos, podría hacer carrera también como tratamiento de una patología como la descrita.
¿Qué es el glicerol?
En concreto, estamos ante un líquido barato, inofensivo y ligeramente dulce que abunda en innumerables productos cosméticos dadas sus muchas virtudes. En sentido estricto, la glicerina es un compuesto orgánico a base de alcohol de azúcar que presenta una textura viscosa y sin color que se encuentra en todas las grasas tanto de origen animal como vegetal.
Entre sus múltiples propiedades podemos citar su poder humectante, emoliente y antienvejecimiento. Asimismo acelera la sanación de heridas, defiende la piel de la contaminación, pues crea una capa protectora e incluso atenúa las ojeras.
Tanto es así que, el pasado 2020 fue el año de la glicerina. Aunque la mascarilla se convirtió en uno de los productos más solicitados, a su lado encontramos esta sustancia indispensable para la elaboración de múltiples geles hidroalcohólicos. Hasta el punto que las fábricas que se dedicaban a su producción se vieron desbordadas por la gran demanda existente en el mercado y agotaron su producción.
