Por medio de nanotecnología se puede resolver el problema de la cristalización celular en órganos
Congelar cuerpos, sanarlos y devolverlos a la vida, puede sonar a ciencia ficción y, hoy por hoy, es inviable. Sin embargo, investigadores de todo el mundo trabajan para que, algún día, esta idea –o parte de ella- se convierta en realidad. Por ejemplo, Javier Cabo, doctor en Medicina y Cirugía, uno de los invitados al programa de Radio Nacional «Memoria de delfín», enfocado hacia la inmortalidad.
Según recoge la web de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), Cabo, director científico de la Fundación Vidaplus, sostiene que
La criopreservación ya es útil hoy, y puede serlo mucho más en el futuro inmediato en el ámbito de los trasplantes de órganos, pero poco o nada operativo en el de la recuperación de la vida en aquellos seres que han fallecido y han sido criopreservados, a la espera de una futura cura al mal que acabó con su vida.
Javier Cabo participó junto al filósofo Javier Sádaba en el espacio de Radio Nacional de España «Memoria de delfín», que dirige y presenta Arturo Martín.
Tal y como en su día expresó en el I Congreso Internacional de Longevidad y Criopreservación, Javier Cabo subrayó que uno de los grandes obstáculos para la criopreservación de cuerpos enteros es el cerebro. Es uno de los órganos que más agua continente y sus células mueren tras la cristalización que se produce en el proceso de criopreservación.
Cabo defiende que el paso intermedio es la criopreservación de órganos. Por medio de nanotecnología se puede resolver el problema de la cristalización a esa escala generando “una especie de coraza”.