Un deterioro gradual de las funciones y estructuras del organismo

Antiaging: ¿Qué sabemos del envejecimiento?

La obsesión por la eterna juventud

Lo realmente revolucionario ha sido el cambio de enfoque: entender que el envejecimiento es una enfermedad en sí misma

El envejecimiento es un proceso biológico natural que ocurre en todos los seres vivos y con el tiempo lleva a un deterioro gradual de las funciones y estructuras del organismo.

A nivel celular, el envejecimiento implica la acumulación de daño y deterioro en el ADN, las proteínas y otros componentes celulares, lo que eventualmente afecta el funcionamiento normal de los tejidos y órganos.

Existen varias teorías que explican por qué envejecemos, pero ninguna de ellas proporciona una explicación completa. Algunas de las teorías más conocidas incluyen:

  1. Teoría del daño celular: Sugiere que el envejecimiento se debe al daño acumulado a nivel celular debido a factores como la radiación ultravioleta, los radicales libres, el estrés oxidativo y otros daños causados por el metabolismo normal.
  2. Teoría de la telomerasa: Los telómeros, los extremos de los cromosomas, se acortan cada vez que una célula se divide. Cuando los telómeros se acortan demasiado, la célula ya no puede dividirse y se vuelve inactiva o muere. Esta reducción de la capacidad de división celular se cree que contribuye al envejecimiento.
  3. Teoría hormonal: Las hormonas juegan un papel importante en muchos procesos biológicos, y algunos cambios hormonales que ocurren con la edad pueden estar relacionados con el envejecimiento y sus efectos en el organismo.
  4. Teoría genética: Algunos genes específicos se han asociado con el envejecimiento y la longevidad. La herencia genética puede influir en la duración de la vida y la forma en que una persona envejece.

La obsesión por la eterna juventud es un fenómeno cultural que ha existido durante siglos. L

a búsqueda de la eterna juventud está vinculada a la idea de prolongar la vida y evitar los efectos negativos del envejecimiento, como las enfermedades crónicas y la pérdida de funciones físicas y mentales.

Hay varias razones que pueden explicar esta obsesión:

  1. Estética: La sociedad valora la juventud y la belleza física, lo que lleva a una búsqueda constante de tratamientos y productos para mantener una apariencia joven y atractiva.
  2. Salud y bienestar: Muchas personas asocian la juventud con la buena salud y la vitalidad, por lo que desean mantenerse jóvenes para disfrutar de una vida más activa y sin enfermedades.
  3. Miedo a la muerte: El envejecimiento nos recuerda nuestra propia mortalidad, y la búsqueda de la eterna juventud puede ser una forma de enfrentar ese temor y prolongar la vida tanto como sea posible.
  4. Avances científicos: Los avances en la ciencia y la medicina han permitido desarrollar tratamientos y terapias que retrasan los efectos del envejecimiento, lo que ha aumentado el interés en la búsqueda de la eterna juventud.

LOS ULTIMOS AVANCES

Los últimos avances científicos están abriendo el camino a que realmente podamos luchar contra el efecto del paso del tiempo en nuestros cuerpos.

Esto lo cuenta pormenorizadamente el doctor Iván Moreno, miembro del equipo médico de Neolife.

El doctor Moreno da cuenta importantes estudio en marcha sobre la viabilidad de fármacos contra el envejecimiento y moléculas que alargan los telómeros, básicos para la comprensión del envejecimiento celular.

Además, este especialista explica el proceso que ha llevado a la medicina a tratar el envejecimiento desde una perspectiva meramente estética a algo más clínico.

El concepto de medicina antiaging de los años 90 estaba basado fundamentalmente en los avances en tratamiento estético. (…) Pero la mejoría externa no evitaba la dura realidad: envejecemos a velocidad de 60 minutos por hora. Habíamos conseguido una sonrisa más bonita, una piel más tersa y brillante y una mejor melena, pero nos debilitaba la misma falta de energía y masa muscular, los mismos dolores articulares y problemas de memoria.

Las múltiples enfermedades que deterioran nuestra calidad de vida seguían apareciendo.

Aquella primera concepción del antienvejecimiento empañó el concepto mismo, de tal forma que durante años “hemos recibido los avances en la medicina preventiva con mucho escepticismo”.

Lo realmente revolucionario ha sido el cambio de enfoque: entender que el envejecimiento es una enfermedad en sí misma, y que muchas de las que conocemos ahora como “enfermedades” (aterosclerosis, demencia, artrosis…) no son más que sus consecuencias.

El salto cualitativo

Una vez conocidos los mecanismos del envejecimiento, se han identificado numerosas dianas terapéuticas sobre las que se están investigando fármacos e intervenciones que nos permitan ralentizar, detener o, incluso, revertir el envejecimiento.

En los últimos 20 años se han hecho grandes avances en este conocimiento y ya se han descrito multitud de intervenciones que han mostrado aumentar la longevidad o la esperanza de vida saludable en animales de laboratorio y, de forma aún inicial, también en humanos.

Se avecina una revolución no ya científica (que ya lleva tiempo siendo), sino clínica, que cambiará para siempre la relación de los médicos con los pacientes, que nos hará cambiar el prisma para trabajar desde la salud hacia la optimización y no desde la enfermedad hacia el remedio.

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