Ponencia de Felipe Debasa en el ILCS

Longevidad: Kennedy también apostaba por explorar los límites de la ciencia

La gran revolución llegaría por conectar las computadoras de casa a enormes bibliotecas

Hace 25 años desapareció la Unión Soviética y el modelo socialista de economía planificada. Se llegó a pensar que el mundo estaría libre de desafíos políticos y militares, y que el liberalismo sería la solución a todos los problemas. Recordemos el sugerente título del “Fin de la Historia y el último hombre” en el que Fukuyama plantearía la tesis de que la lucha de ideologías había terminado.

Con estas palabras empezaba Felipe Debasa, secretario académico de la Fundación Vidaplus, su intervención en el Congreso Internacional de Longevidad y Criopreservación (ILCS, por sus siglas en inglés) celebrado en el CSIC.

Debasa explicaba cómo después de la caída del muro de Berlín, en contra de lo que sugerían algunos analistas, los desafíos históricos no habían cesado.

Tras Fukuyama vendría el planteamiento de Huntington sobre el choque de civilizaciones, en el que, tras librarse el mundo del Telón de Acero, ya no habría más conflictos entre Estados nación, sino que serán entre civilizaciones. En este planteamiento se asentaría el expresidente Zapatero para crear el programa de Naciones Unidas de igual nombre en 2007.

La gran revolución llegaría, explica este profesor de Historia Contemporánea, por

Conectar las computadoras de casa a enormes bibliotecas donde cualquier persona podría hacer cualquier pregunta, y ésta sería contestada inmediatamente.

Además de Asimov, también desde la política hubo quienes preconizaron esta revolución. Como por ejemplo Kennedy en relación al concepto de Nueva frontera.

La nueva frontera de la IV Revolución Industrial tal vez la encontremos en el interior de nosotros mismos, en nuestro cerebro y en la tradición memética cultural. El planteamiento se resume en la famosa frase de: “no te preguntes qué puedes hacer tu país por ti. Pregúntate qué puedes hacer tú, por tu país”. Tal vez ese espíritu es en definitiva el que nos ha llevado a a replantearnos cuales son algunos de los retos significativos del futuro inmediato.

Recuerda el exministro francés Luc Ferry, en su obra La revolución Transhumanistama, que, en relación a los avances científicos y a los descubrimientos “desde siempre vienen de la mano de la audacia y los riesgos asumidos, y no de la aplicación timorata del principio de precaución. Si no nos guiáramos por ese principio, ni siquiera la aspirina estaría en el mercado”.

Vea aquí la intervención completa de Felipe Debasa en el ILCS.

 

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