Artículo del doctor Javier Cabo

Llegan los TIH+: humanos tecnológicamente mejorados

En mi opinión las máquinas, aunque puedan llegar a ser capaces de responder y ejecutar acciones como el hombre, no tienen ni sentido común ni empatía ni consciencia.

El concepto de superhombre es una representación mental surgida de la imaginación y arraigada en nuestros genes en diferentes acepciones: religiosa (círculos heréticos y gnósticos del cristianismo), poética (Goethe) filosófica (Stirner, Emerson y Nietzsche), biológica (Haldane y Huxley) y tecnológica (Clynes, Kline).

Así el concepto filosófico de superhombre, suprahombre, sobrehombre o transhombre (Übermensch) de Nietzsche considera al hombre como un mero puente colgante entre la bestia y el superhombre.

Recientemente con la gran popularidad alcanzada por la Singularidad y la Inteligencia Artificial han aparecido artículos en los que se de mezclan conceptos antiguos de robots, cyborgs y transhumanos que distorsionan la realidad.

El concepto de cyborg generalizado a finales del siglo XX (Warwick) y muy utilizado en la ciencia ficción nació como un ser hibrido hombre-máquina, compuesto de elementos orgánicos y dispositivos cibernéticos, definido como

Un ente que no es ni hombre ni mujer, ni humano ni máquina (robot androide) para referirse a un ser humano mejorado mediante maquinas que podría sobrevivir en los entornos extraterrestres de las exploraciones espaciales.

Por otro lado, el concepto de transhumano se asemeja más al personaje de ciencia ficción del superhéroe de los «comics», generalmente dotado de capacidades y poderes sobrenaturales (Superman, Batman).

Personalmente prefiero el concepto de Humanos Tecnológicamente Mejorados (TIH+), para describir la realidad de la influencia e integración de la Inteligencia Artificial, robótica, genómica y la bioingeniería en la longevidad y extensión de vida.

TRANSHUMANISMO EN CUARENTENA


Este nuevo concepto es más realista, menos disruptivo, es un concepto humanista y tecnológico, que se centra más en el cambio evolutivo en el que estamos creando una humanidad mejorada gracias a los avances tecnológicos que en los conceptos de origen del transhumanismo de Haldane y Huxley en los años 50, o los posteriores de Fyodorov y Esfandiary, que consideran el transhumanismo como

Un movimiento cultural que nació con el objetivo de intentar transformar la condición humana en un ser híbrido dominado tecnológicamente, de manera que los seres humanos pudieran en algún momento llegar a ser capaces de transformarse en otra especie, en seres merecedores de la etiqueta de posthumanos.

Personalmente no soy tan radical como Fukuyama que considera el transhumanismo como «la idea más peligrosa del mundo» pero discrepo de visionarios como Kurtzweil quien basado en la regla de Moore «profetiza» que dentro de 27 años las maquinas habrán adquirido consciencia y dominarán al hombre creando una nueva raza evolutiva de la humanidad.

En mi opinión las máquinas, aunque puedan llegar a ser capaces (una vez programadas por un ser humano) de responder y ejecutar acciones como el hombre, no tienen ni sentido común ni empatía ni consciencia. No piensan y dudo de que a pesar de la computación cuántica algún día puedan llegar a pensar.

Una cosa es el concepto tecnológico del «deep learning» y otra el pensamiento y la inteligencia humana como tal. En la capacidad de consciencia y la capacidad del sentido común y el poder de interrelación con el entorno, radica la diferencia entre la inteligencia biológica (fuerte y potente) y la llamada inteligencia artificial (débil e inferior a la de la mayoría de animales).


LA HORA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Personalmente veo más fácil el potencial desarrollo de inteligencias Artificiales biológicas sintéticas a través de la biogenómica y la ingeniería tisular. El cerebro humano aprende a través del reconocimiento de patrones y la construcción de generalizaciones, y los métodos de aprendizaje requieren de capacidades cognitivas para integrar todos los componentes de la inteligencia, percepción, razonamiento, planicación, y acción con posterior aprendizaje, cualidades (como la empatía y la motivación) intrínsecas de la raza humana de las que nunca dispondrán las maquinas.

Este concepto de Humanos Tecnológicamente Mejorados (TIH+) expresa una realidad evolutiva de la ciencia en ayuda de la humanidad mediante la tecnología aplicada de restauración o de mejora biológica, como pueden ser los implantes biónicos cocleares, los marcapasos, des briladores, resincronizadores e incluso los corazones artificiales, todas ellas tecnologías emergentes de ayuda a la raza humana en el logro de una supervivencia y extensión de vida con años de vida ajustados a la calidad.

Pero esas personas tecnológicamente mejoradas con implantes y prótesis tanto biológicas como mecánicas no son ni «ciborgs» ni mucho menos «transhumanos» dominados por una máquina, siguen siendo personas con consciencia (estado funcional cerebral) que re fleja la naturaleza intrínseca del ser humano.

* Javier Cabo es el director científico de la Fundación Vidaplus con la que impulsó el Congreso Internacional de Longevidad y Criopreservación que ya prepara su segunda edición.

 

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