En el reino animal, a través de la evolución, los seres más vulnerables han ido desarrollando técnicas de camuflaje casi infalibles y muchas de ellas verdaderamente hipnóticas. Este es el caso este ortóptero evita así ser devorado.
Se trata del saltamontes liquen que, según publica la web BLes.com, tanto en su forma de ninfa como en su versión adulta, es la viva imagen del liquen que predomina en su entorno.
El grado de detalle es tan especializado que incluso su cuerpo oscuro está salpicado de líneas más claras que crean la ilusión de ser una parte de las estructuras en forma de rama de dicha especie de liquen.
Casi que la única diferencia perceptible es que tiene seis patas y un par de antenas.