El mundo se divide en dos clases de personas: los búhos y las alondras. Si estás en el primer grupo formas parte de aquello que de forma natural tu actividad se incrementa por la noche y si eres de los segundos perteneces a ese grupo de personas que se levantan pronto de la cama son mucha dificultad.
Claro que, si piensas que ser un ave nocturna tiene su encanto, cuidado. El nuevo estudio publicado por Nature Communications, desvela que quienes están genéticamente programados para despertar pronto tienen menos riesgo de sufrir enfermedades mentales como la depresión o la esquizofrenia.
Según nos cuenta Bruno Martín en El País.
El nuevo trabajo, que ha analizado el genoma de 697.828 personas, concluye que existen al menos 351 genes que predisponen a una persona a ser búho o alondra, cientos más de los 24 que se conocían.
Al determinar qué variantes genéticas comparten las alondras, los investigadores han podido establecer una relación causa-efecto entre ser tempranero y gozar de una mayor salud mental.
Ahora bien, no es la cura de todos los males, aunque los matutinos declaran mejor bienestar en general y se detectó que sufrían menos casos de depresión y de esquizofrenia, los investigadores no han encontrado que ser madrugador proteja contra otras enfermedades, como diabetes u obesidad.
Samuel Jones de la Universidad de Exeter, uno de los autores del estudio, declara que
Muchas investigaciones han encontrado que los búhos tienen una peor regulación metabólica y quizá un riesgo de diabetes y obesidad. Pero esos estudios suelen ser de correlación; nosotros al usar genética hemos podido inferir la causa y el efecto.
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