La gran descendencia de la familia Krishevsky no constituye un récord, ya que se han dado otros casos similares en la comunidad judía.
«Sed fecundos y multiplicaos» es el mandamiento que ha guiado a la familia Krishevsky en su vida. Una regla del judaísmo con la que Rachel Krishevsky educó a sus hijos haciéndoles ver la alegría de tener niños.
¡Y vaya si los educó bien!
- Rachel se casó a los 19 años y tuvo 11 hijos, siete niños y cuatro niñas.
- Estos a su vez se reprodujeron y tuvieron, entre todos, 150 hijos.
- Y estos últimos se han multiplicado llegando los 1.000 nacimientos entre todos.
En el funeral del pasado domingo, la familia judía afirmó que la descendencia de Rachel podría llegar a los 1.400 nietos, bisnietos y bis-bisnietos.